Un mundo más caliente, un mundo con aves menos coloridas
Un nuevo trabajo estudió los efectos del cambio climático sobre las coloraciones ornamentales del herrerillo común. Hay evidencias importantes para vincular la perdida de color de estas aves con el aumento de temperaturas.
El cambio climático y sus efectos sobre la fauna y la flora han recibido mucha atención de la comunidad científica. La mayor parte de los estudios se han centrado en explorar los efectos del cambio climático sobre el comienzo de la floración en plantas o de la fecha de puesta en aves.
En cambio, los efectos del cambio climático sobre otros rasgos son menos conocidos. Tiempo atrás dimos a conocer en Meteored Argentina un estudio que se centraba en el cambio de forma de algunos animales, encontrándose mayores evidencias en apéndices, picos y alas de algunas aves.
Ahora, un nuevo estudio indaga ahora sobre los ornamentos y su evolución en un mundo más caliente. Estos rasgos vistosos, como por ejemplo la cola de un pavo real, funcionan como señales de calidad: informan acerca de la condición física, de la salud, o de la personalidad de los poseedores. Pese a que nuestro conocimiento sobre los ornamentos ha avanzado mucho desde los tiempos de Darwin, aún hay muchas preguntas abiertas sobre su evolución.
David López Idiáquez, investigador postdoctoral en ecología evolutiva, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, indica en una columna publicada en The Conversation que la importancia de estudiar los efectos del cambio climático sobre los ornamentos radica en que sus costes de producción varían en función de las condiciones ambientales.
Ante condiciones ambientales adversas, los costes relativos de producción de las señales podrían aumentar. Como la energía disponible para un individuo es limitada, este incremento en los costes de las señales podría limitar la inversión energética en otras funciones vitales como la supervivencia, lo que podría tener consecuencias negativas para el mantenimiento de las poblaciones de una especie.
El caso del herrerillo común en el sur de Francia
En el estudio en cuestión, científicos del Centro de Ecología Funcional y Evolutiva en Montpellier y la Universidad del País Vasco han estudiado los efectos del cambio climático sobre las coloraciones ornamentales del herrerillo común (Cyanistes caeruleus).
El estudio se centró en dos poblaciones de herrerillos del sur de Francia. Una localizada en las cercanías de Montpellier y la otra en el noroeste de la isla de Córcega, que se han estudiado durante más de 15 años.
El cambio climático afecta el color de las aves
Los resultados obtenidos, en base a más de 5800 medidas sobre la coloración y otras características de los herrerillos, muestran que en ambas poblaciones la coloración azul y amarilla de los herrerillos ha disminuido entre 2005 y 2019.
Además, en Córcega encontraron que en veranos más calurosos y secos los herrerillos tenían coloraciones menos vistosas, tanto en el azul como el amarillo. Esto, junto con la subida de la temperatura y reducción de las precipitaciones en la zona de estudio sugiere que la reducción en la coloración en esta población es una consecuencia del cambio climático.
Curiosamente, en la población en las cercanías de Montpellier no se detectaron cambios significativos en la temperatura o asociaciones entre la temperatura y la coloración de los herrerillos.
Por una parte, esto indica que los efectos del cambio climático no son iguales en todos los lugares. Por la otra, la ausencia de asociación entre el color y el clima sugiere que las coloraciones ornamentales son sensibles a otros factores ambientales que deben ser explorados en el futuro.