El cambio climático impulsó el precio del café al nivel más alto en 15 años

Sequías, calor y lluvias extremas redujeron la producción mundial y dispararon su cotización internacional.

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Organismos internacionales advirtieron que el cambio climático amenaza con reducir las tierras aptas para café, presionando aún más el precio del café en el futuro.

El precio del café aumentó un 40 % en los últimos meses debido al impacto directo del cambio climático en las zonas productoras más importantes del mundo. Las alteraciones climáticas golpearon con fuerza regiones clave como Brasil, Colombia, Vietnam y Etiopía. Sequías prolongadas, olas de calor y precipitaciones irregulares redujeron los rendimientos agrícolas, generaron pérdidas económicas y acentuaron la volatilidad del mercado internacional.

La variedad robusta, esencial para la elaboración de café instantáneo y mezclas, sufrió las consecuencias con mayor severidad. El precio internacional de este tipo de café alcanzó los 3.500 dólares por tonelada, su valor más alto desde 2008.

El fenómeno climático de El Niño también intensificó estos efectos, profundizando el desequilibrio entre oferta y demanda.

Los datos más recientes de la Organización Internacional del Café (OIC) y de agencias de las Naciones Unidas confirmaron que las condiciones climáticas extremas marcaron la campaña cafetera 2024-2025. La situación afectó no solo a los productores, sino también a los consumidores de todo el mundo, que comenzaron a percibir incrementos sostenidos en los precios del producto.

La responsabilidad del cambio climático

Durante los últimos dos años, los principales países cafetaleros experimentaron condiciones climáticas adversas sin precedentes. Brasil, el mayor productor global, enfrentó una de las peores sequías en más de medio siglo.

En regiones como Minas Gerais y Espírito Santo, la falta de lluvias afectó la floración de los cafetos, lo que redujo notablemente el volumen de granos cosechados.

En Colombia, los productores registraron patrones meteorológicos inestables, con lo cual las lluvias excesivas -combinadas con altas temperaturas- favorecieron la proliferación de plagas y enfermedades como la roya del café. Estos factores obligaron a los agricultores a invertir más en agroquímicos, protección fitosanitaria y sistemas de riego, lo que elevó los costos de producción y disminuyó la rentabilidad.

Por su parte, Vietnam, segundo productor mundial de café robusta, sufrió alternancias entre intensas sequías y lluvias torrenciales que dañaron gran parte de sus cultivos. El gobierno vietnamita reconoció que las pérdidas fueron considerables y que los pequeños productores resultaron los más perjudicados.

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Productores colombianos enfrentaron lluvias irregulares y plagas, una combinación que impactó la calidad del grano y empujó el precio del café al alza.

Etiopía, considerada la cuna del café arábica, también registró caídas productivas por culpa de las irregularidades climáticas. Allí, los cambios abruptos de temperatura alteraron los ciclos de maduración del grano y redujeron la calidad final del producto exportado.

El fenómeno de El Niño, activo durante gran parte del 2024, intensificó las sequías en América del Sur y provocó lluvias fuera de temporada en otras zonas del trópico. El resultado fue un panorama productivo fragmentado, con mermas generalizadas en cantidad y calidad del grano.

Subieron los precios y cambió el consumo

El alza del precio del café se trasladó rápidamente a los mercados minoristas: en supermercados de América Latina, Europa y Estados Unidos, los paquetes de café molido y en grano aumentaron entre un 20 % y un 35 %, dependiendo de la marca, el origen y el tipo de tostado. Las cafeterías también ajustaron sus precios, trasladando los costos a los consumidores.

En Argentina -donde el café es importado- comerciantes y distribuidores señalaron que no solo pagaron más por el café, sino también por la logística, los envases y los aranceles. El resultado fue un producto final más caro y, en algunos casos, de calidad inferior.

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El fenómeno de El Niño provocó alteraciones climáticas extremas en Asia y África, contribuyendo a la escalada del precio del café en los mercados globales.

Los expertos en agroindustria coincidieron en que el impacto del cambio climático sobre el precio del café no será un fenómeno transitorio. Los eventos climáticos extremos llegaron para quedarse y todo parece indicar que vamos a ver más años con precios volátiles y menor previsibilidad.

En este sentido, un informe de la ONU indicó que el 60 % de las tierras actualmente aptas para el cultivo de café podrían volverse inadecuadas para 2050, si no se mitigan las emisiones de gases de efecto invernadero. El calentamiento global ya redujo la superficie cultivable y obligó a productores a migrar a zonas más altas, donde el clima todavía permite sembrar.

¿Qué harán los "gigantes" del café?

En respuesta a esta amenaza, grandes compañías como Starbucks y Nestlé iniciaron programas de adaptación climática. Estas iniciativas incluyeron la introducción de variedades de cafeto más resistentes, prácticas de agricultura regenerativa y mejoras en la eficiencia del uso del agua.

El café, símbolo de identidad y sustento económico para millones de familias en más de 70 países, ingresó en una etapa crítica. La transformación de su cadena productiva, forzada por el cambio climático, modificó los hábitos de consumo, la estrategia comercial de las empresas y las perspectivas de largo plazo de toda la industria.