El campo se recupera: la mitad de la región núcleo terminó con balance positivo de lluvias en el otoño
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indica que las precipitaciones han alcanzado o incluso superado los valores medios sobre el sector este del área. Sin embargo, la contracara es la franja oeste en donde las lluvias quedaron lejos de revertir el panorama.
Tras una sequía histórica extendida por tres años consecutivos y fomentada en buena medida por el fenómeno de La Niña, el reciente otoño ha dejado números alentadores en materia de lluvias para el campo argentino, en una clara transición actual hacia un fenómeno de El Niño que se prevé se fortalezca en el resto del año y fomente una mayor caudal de lluvias.
Esto fue posible gracias a las abundantes lluvias de la segunda quincena de mayo pero, aun así, insuficiente para recomponer plenamente los ajustados niveles hídricos de la región pampeana.
En líneas generales, indica el informe, los acumulados del trimestre han alcanzado e incluso, como ocurrió en la franja este de la zona núcleo, superado los valores medios estadísticos. Contrariamente a lo esperado con este aporte de agua, las temperaturas muy por encima de las habituales en toda la primera parte del semestre frío, y una dispar distribución de las lluvias, provocaron una mejora selectiva, que solo recargó adecuadamente los suelos de la mitad este de la región pampeana.
Precipitaciones favorables para casi la mitad de la zona núcleo de Argentina
Las precipitaciones recargaron adecuadamente casi la mitad este de la región núcleo. Allí, en un 35 % del área, los acumulados oscilaron entre los 150 a 280 milímetros, y solo en un 5 %, un sector muy acotado, superaron las medias estacionales con más de 280 milímetros.
Sin embargo, la contracara es la otra mitad, en el centro-oeste regional, donde las lluvias otoñales decepcionaron y no alcanzaron para revertir la condición de sequía y escasez hídrica que aún perdura.
El informe indica que con el estado actual de los perfiles en la región núcleo, se requieren en los próximos 15 días valores acumulados de precipitación entre 20 y 80 mm en la zona centro-oeste para alcanzar el estado óptimo de las reservas, mientras que en la zona este no es necesaria la presencia de precipitaciones.
Mejor panorama respecto al 2022
Con un fenómeno El Niño en rápida evolución, las lluvias del reciente otoño duplicaron los valores del mismo periodo en 2022. Hace un año, el escenario hídrico era aún más crítico. Las lluvias otoñales habían sido la mitad que la que registraron este 2023, y el déficit hídrico se extendía sobre el 100 % de la región.
Como síntesis, el informe indica que el ambiente de otoño apenas se manifestó en su última semana, casi en el cambio estacional, con una sucesión de días consecutivos con temperaturas bajo cero y heladas generalizadas. El ingreso de la primera masa de aire muy frío provocó un brusco cambio en las temperaturas, pero la mezcla del aire frío con la humedad acumulada solo produjo lloviznas débiles y aisladas, que no modificaron la marcada disparidad de las reservas entre el este y el oeste.
El inconveniente del escenario con el que se inicia el invierno, aclara el informe de la BCR, es que la mayor demanda de agua está en el oeste, donde el invierno suele tener una oferta de agua más modesta.