El CO2 rompe todos los récords y supera las 415 ppm
La humanidad ingresó en un terreno desconocido este mes de mayo. La concentración de CO2 es por lejos la más elevada desde que los humanos vivimos sobre la Tierra.
La noticia conocida esta semana es altamente impactante, pero al mismo tiempo no es una sorpresa para nadie. Por primera vez la concentración de CO2 en la atmósfera superó la barrera de 415 partes por millón (ppm) el pasado 3 de mayo. Según lo indicado por el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, nunca el ser humano había experimentado esta concentración.
Según datos obtenidos por fuentes indirectas, la última vez que el CO2 alcanzó estos niveles fue hace más de tres millones de años. Claro que en aquel momento el planeta registraba valores de temperatura muy superiores a los actuales, el nivel del mar estaba 25 metros por encima del actual, y la actual Antártida estaba cubierta de bosques. Claramente otro momento en la historia de nuestro planeta.
Según el sitio CO2 Earth que reporta estos valores diariamente, luego del 3 de mayo se registraron días con valores superiores. De hecho, el promedio diario del 15 de mayo alcanzó 415,64 ppm, constituyéndose en el valor récord histórico más elevado. El mismo día pero un año atrás, el valor era más de 4 ppm por debajo.
La concentración sigue aumentando
La curva ascendente parece no detenerse. A mediados de la década de 1950 los promedios mensuales rondaban las 315 ppm. La barrera de las 400 ppm se superó a mediados de 2014 pero solo durante el mes de junio. Ya desde noviembre de 2015 los promedios mensuales nunca más bajaron de las 400 ppm. Para hacer estas comparativas se toman datos obtenidos por el observatorio Mauna Loa en Hawaii.
Pero esta tendencia es observable en todo el globo. Por caso, según datos dados a conocer por el Ministerio de la Transición Ecológica de España, el pasado mes de abril se han alcanzado 415 ppm de concentración media diaria de CO2 en el observatorio de Vigilancia Atmosférica Global de Izaña (Tenerife).
Otro dato alarmante es que el aumento de la concentración en Izaña se ha acelerado en los últimos años pasando de 1,8 ppm/año a finales de los años 80 a 2,3 ppm/año actuales. En concreto, hoy hay más concentración de CO2 en la atmósfera que en cualquier otro momento en la evolución humana. El consenso científico señala que el CO2 emitido como resultado de la actividad humana es el principal responsable del cambio climático global.
Lo necesitamos en su justo equilibrio
El CO2 es un gas de efecto invernadero responsable, en parte, de que el planeta presente una temperatura media adecuada para el desarrollo de la vida. Si el CO2 no existiera, la temperatura promedio de la Tierra se ubicaría alrededor de 25 grados por debajo de la actual, y la vida no sería posible como la conocemos. Pero un exceso del mismo genera el efecto contrario de calentamiento atmosférico.
Las propiedades de absorción del calor del CO2 hace que al perder el equilibrio necesario, la temperatura resultante del sistema atmósfera y océanos vaya en ascenso. De ahí que resulta vital poder controlar su concentración, objetivo que parece cada vez más lejano. Es altamente probable que no volvamos a registrar valores por debajo de 400 ppm en el resto de nuestras vidas.
A nivel global hay solo 30 laboratorios de medición de CO2, ubicados en zonas alejadas de los focos de emisión, de las fuentes de contaminación, apartadas de continentes y en zonas elevadas. Por lo tanto, estas mediciones se realizan en lugares como, por ejemplo, Hawái, Samoa, Tasmania, el Polo Sur o Alaska. Con un aumento de 2°C de la temperatura global para 2100, los valores de CO2 podrían rondar los 475 ppm.