El huracán Larry terminó generando una gran nevada sobre Groenlandia
Los restos del huracán Larry llegaron organizados tan al norte como Groenlandia y dieron lugar a nevadas importantes e inusuales para el mes de septiembre. Larry cruzó el Atlántico desde la costa de África y alcanzó la categoría de huracán mayor.
La historia de Larry comenzó el 30 de agosto cuando un disturbio en la circulación se observó sobre Sierra Leona, en África. Esa onda se desplazó al este dentro del patrón de movimiento típico en esa zona tropical africana. Un día después ya era una depresión tropical, y el 1 de septiembre alcanzaba el rango de tormenta tropical, en aguas del océano Atlántico al sur de Cabo Verde. En pocos días Larry se transformó en un huracán mayor de categoría 3 moviéndose al noreste en aguas tropicales del Atlántico.
Larry sorprendió por su amplia zona de vientos máximos, y su trayectoria fue virando al norte para cuando comenzó a moverse sobre aguas más frías. Golpeó el este de la isla de Terranova (Canadá) como huracán de categoría 1, para transformarse en un ciclón extratropical mientras su trayectoria apuntaba al sur de Groenlandia. Larry dejó en claro que estos sistemas son unas formidables máquinas termodinámicas que transfieren grandes cantidades de energía de latitudes tropicales hacia latitudes más cercanas al polo.
Es por eso que los huracanes son conocidos por sus vientos destructivos, sus lluvias y sus marejadas. Pero el huracán Larry no se limitó a eso. El 12 de septiembre de 2021, los restos de la tormenta dejaron caer abundantes nevadas en Groenlandia justo cuando la temporada de deshielo del verano estaba llegando a su fin.
Una nevada inusual en septiembre
Tal como reporta EarthObservatory, las cantidades de nieve de ese día son visibles gracias al mapa que acompaña esta nota, representadas por el modelo de Goddard Earth Observing System (GEOS). Las cantidades de nieve se muestran como milímetros de agua, a diferencia de la profundidad de la nieve, para el período de 24 horas. Cincuenta milímetros de agua equivalen a unos 200 milímetros de nieve, suponiendo que la nieve tiene una densidad de 250 kilogramos por metro cúbico.
Al igual que otros modelos meteorológicos y climáticos, GEOS utiliza ecuaciones matemáticas que representan procesos físicos (como la precipitación y los procesos nubosos) para calcular lo que hará la atmósfera. Las mediciones reales de las propiedades físicas, como la temperatura, la humedad y los vientos, se incorporan sistemáticamente al modelo para que la simulación sea lo más parecida posible a la realidad.
En Kulusuk y Tasiilaq, al sur de Groenlandia, se registraron ráfagas de viento que superaron los 145 kilómetros por hora y en la estación de Summit se registraron condiciones de ventisca. "Estas tormentas son bastante raras", dijo a EarthObervatory, Lauren Andrews, glacióloga de la Oficina de Modelización y Asimilación Global de la NASA. "Generalmente se disipan mucho antes de llegar tan al norte como Groenlandia. Aunque ha habido tormentas similares, como Noel en 2007 e Igor en 2010".
Huracanes que producen nevadas
Otro punto que resultó inusual fue ver una tasa tan alta de nevadas justo después del final de la temporada de deshielo del verano, que ocurre cada año desde alrededor de mayo hasta principios de septiembre. De hecho, las recientes nevadas provocadas por el ex huracán Larry podrían compensar las pérdidas ocasionadas por el deshielo durante el verano, que incluyó tres deshielos notables: dos en julio y uno en agosto.
Todo fue bastante extremo en esta temporada de verano para gran parte de Groenlandia. Una vez que los datos de los satélites estén completamente procesados, los científicos podrán evaluar el estado del balance de masas de Groenlandia. Un balance de masas positivo significa que se ha ganado más nieve de la que se ha perdido a través de procesos como el deshielo y la escorrentía. La propia Andrews señaló que, "parece que 2021 acabará teniendo un balance de masa superficial superior a la media".
Durante décadas, las regiones de la Tierra cubiertas de hielo han perdido más masa de la que han ganado. Estas pérdidas contribuyen en gran medida a la subida del nivel del mar en todo el mundo. Otro huracán recordado por las nevadas que produjo fue Sandy, famoso por haber golpeado a la ciudad de Nueva York en octubre de 2012. La masa de aire de origen tropical interactuó con otra muy fría de origen ártico, y dio lugar a nevadas muy importantes en el noreste de Estados Unidos.