El impacto ambiental de Hollywood es “de película”

La industria del espectáculo tiene un importante impacto ambiental. Aunque la presión de los consumidores para que mejoren sus prácticas ambientales es casi inexistente, estudios y productoras se esfuerzan en ser sostenibles.

Movie industry
El impacto ambiental de la industria del entretenimiento (cine, TV y streaming) es demasiado elevado como para ignorarlo.

En su discurso de aceptación de los Oscar 2016 como mejor actor por "The Revenant", el actor Leonardo DiCaprio usó la mitad de sus minutos asignados para su discurso de agradecimiento, para hablar sobre el cambio climático: “El cambio climático es real, está sucediendo en este momento, es la amenaza más urgente que enfrenta toda nuestra especie, y debemos trabajar colectivamente y dejar de procrastinar”, fueron sus palabras.

Pese al discurso de DiCaprio y al activismo ambiental de muchos de los miembros de la industria, la producción cinematográfica y televisiva tiene aún una importante huella de carbono y de residuos.

Desde las copias de los guiones, pasando por la confección del vestuario, el desplazamiento del equipo a remotos lugares de rodaje, o la energía utilizada para iluminar los decorados, prácticamente no hay elementos de la industria que no genere un impacto negativo en el ambiente. Y es una industria tan omnipresente, global y altamente influyente en la opinión mundial, que sorprende que no rinda cuentas con frecuencia.

La huella ambiental de la industria del entretenimiento

Cada año, la industria mundial del entretenimiento genera millones de toneladas métricas de CO2. Un informe de 2021 de la Sustainable Entertainment Alliance -un consorcio de los principales actores del mundo del cine, la televisión y el streaming dedicado a impulsar iniciativas de sostenibilidad- señala que, dependiendo del tamaño de la producción, las películas pueden emitir en promedio entre 391 toneladas métricas para una película pequeña y hasta 3.370 toneladas métricas de CO2 equivalente en producciones grandes, como los tanques de Oppenheimer o Barbie.

Esas emisiones son similares a las emitidas al recorrer 12 millones de km en auto, al alimentar con energía 656 viviendas durante un año, o cargar 360 millones de veces un teléfono celular.

Nolan´s Oppenheimer
Superproducciones como Oppenheimer generan tantas emisiones de CO2 como las emitidas al alimentar con energía 656 viviendas durante un año.

Hollywood y sus producciones son el mejor ejemplo de que no existe acción humana que no tenga un impacto ambiental negativo. Si bien un sector de la industria ha mostrado cierta preocupación por asuntos relacionados con la sostenibilidad, lo que la industria del entretenimiento estadounidense ha hecho al respecto es muy poco hasta ahora.

En los Estados Unidos, la Sustainable Entertainment Alliance (SEA) ha desarrollado una serie de herramientas y recursos para producciones sostenibles. También en ese país la Environmental Media Association (EMA), organización integrada por personas influyentes de la industria del entretenimiento, empresarios e iconos ecológicos dedicados a la misión de promover el progreso ambiental, desarrolló en 2004 el Programa Green Seal, como una forma de homenajear producciones que alcancen un cierto nivel de sostenibilidad ambiental.

Green production guide
Infografía de la Sustainable Entertainment Alliance (SEA) sobre las mejores prácticas para una producción sostenible.

En el Reino Unido, Albert, una organización ambiental propiedad de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (BAFTA) fundada en 2011, trabaja en apoyo de la industria del cine y la televisión para reducir el impacto ambiental de la producción y crear contenidos que apoyen una visión de futuro sostenible.

Desde combustibles sostenibles a escenarios de cartón

En los últimos años, a medida que las empresas se comprometen con objetivos climáticos más estrictos, ha aumentado el interés en este campo.

Uno de los mayores impactos ambientales de la industria del entretenimiento es la energía, y particularmente el uso del diésel, que se utiliza para como combustible en vehículos pesados y para alimentar los generadores eléctricos, indispensables para filmar en lugares donde no se puede acceder a la red eléctrica. Como una forma de mitigar el impacto ambiental, en producciones como “Downton Abbey: A New Era”, se ha utilizado HVO (Hydrotreated Vegetable Oil), un tipo de biodiésel creado a partir de aceites vegetales, cebo animal o aceite de cocina usado. El HVO puede contaminar hasta un 90 % menos que el combustible diésel tradicional.

Generadores luz
Por lo general, el uso de generadores diésel para iluminación supone hasta el 40 % de la huella de carbono de una película.

También, con la mejora de las baterías y los generadores solares, la tecnología está aportando su cuota. Y el uso de cartón en lugar de madera para la escenografía en algunas producciones es una opción amigable con el ambiente, ya que requiere menos materiales, es más ligero y fácil de reciclar.

Ejemplos de película

La película The Amazing Spider-Man 2” de 2014, fue reconocida por sus prácticas de sostenibilidad al ahorrar 193.000 botellas de agua de plástico desechables y evitar que el 52 % de sus residuos fueran a vertederos centrándose en la reutilización y el reciclaje de materiales. Además de los beneficios ecológicos, las prácticas de sostenibilidad de la producción le ahorraron más de U$D 400.000 en costos a Columbia Pictures. La película fue reconocida con un Green Seal en los créditos finales.

Spider man
The Amazing Spider-Man 2 (2014) fue reconocida por sus prácticas sostenibles: ahorró más de $400.000 al utilizar recursos reutilizables y obtener piezas de vestuario de los mercados locales

Otra película que ha sido un buen ejemplo de rodaje “verde” es la premiada y ovacionada “The whale” de 2022. El filme protagonizado por Brendan Fraser, se grabó en un estudio que requería un bajo consumo de energía y emisiones de transporte. Por lo general, el transporte representa cerca del 51 % de las emisiones de carbono de una película, mientras que el uso de electricidad y gas supone alrededor del 34 %.

Si bien el impacto ambiental de la industria cinematográfica es claro, se están tomando medidas para mejorar la sostenibilidad de la industria del entretenimiento, pese a que la presión de los consumidores para realizar cambios en sus prácticas, es menor que en otras industrias.