El increíble comportamiento agresivo de las orcas en el Estrecho de Gibraltar: ¿hambre, estrés o algo más?
Las aguas del Estrecho de Gibraltar están siendo escenario de una serie de ataques sorprendentes protagonizados por las majestuosas orcas. Estos ataques llamaron la atención de científicos que ahora buscan la respuesta al por qué de este inusual comportamiento.
Todo comenzó hace un par de años atrás, cuando desde el sur hasta el norte de España, los marineros comenzaron a realizar llamadas recurrentes de socorro tras encuentros preocupantes con orcas. Dos embarcaciones perdieron parte de sus timones, al menos un tripulante sufrió contusiones por el impacto de la embestida y varios barcos sufrieron daños graves. Las autoridades marítimas españolas advirtieron a los buques que “mantuvieran la distancia”, pero esto se tornó muy difícil ya que los cetáceos perseguían a las embarcaciones.
Las orcas son famosas por su inteligencia y habilidades de caza, pero se alimentan principalmente de peces y mamíferos marinos, por lo que este comportamiento llama mucho la atención de los especialistas. Y lo más sorprendente de todo es que parece que ahora las orcas están enseñando a sus crías cómo arremeter contra los veleros. Y aunque los ataques llevan más de dos años, la atención que está recibiendo el tema estas últimas semanas se debe a que finalmente lograron hundir una embarcación.
“Había dos orcas más pequeñas y una más grande”, afirmó el capitán del Champagne, Werner Schaufelberger a un medio alemán luego de ser rescatado. “Las pequeñas golpeaban el timón desde la parte de atrás, mientras que la orca grande retrocedió repetidamente y embestía el barco con todas sus fuerzas desde un costado”, añadió. Schaufelberger dijo haber visto cómo las orcas más pequeñas imitaban el comportamiento de la más grande. “Las dos orcas pequeñas observaban la técnica de la mayor y, con un ligero impulso, también se estrellaban contra el barco”.
A pesar de lo raro que suene esta propagación en el comportamiento, no es la primera vez que las orcas copian y adoptan una nueva moda. En el verano de 1987 se vio a una orca hembra que llevaba un salmón muerto en la cabeza como un sombrero . Durante las siguientes cinco a seis semanas, el comportamiento se extendió y se vieron orcas de otras dos manadas en el mismo área con sus propios salmón. La moda continuó y los sombreros se usaron hasta el verano siguiente.
Las hipótesis
Una de las teorías más interesantes sugiere que la disminución de la disponibilidad de alimentos en la zona podría estar influyendo en el comportamiento de las orcas. El cambio climático ha alterado los patrones migratorios de diversas especies de peces, lo que podría afectar la dieta de las orcas y llevarlas a buscar nuevas fuentes de alimento. Algunos expertos creen que los ataques a las embarcaciones podrían ser un intento desesperado de las orcas por encontrar alimento en lugares inusuales.
Otra teoría plantea que estos ataques podrían estar relacionados con el aumento del tráfico marítimo en el Estrecho de Gibraltar. La presencia constante de barcos y embarcaciones podría causar estrés y frustración en las orcas, lo que las llevaría a actuar de forma agresiva. Curiosamente, se ha observado que estos ataques ocurren con mayor frecuencia durante la temporada de avistamiento de ballenas, cuando el número de embarcaciones turísticas se incrementa significativamente en la zona.
Y como tercera hipótesis, que va ganando fuerza a medida que avanzan las investigaciones, un evento traumático puede haber desencadenado un cambio en el comportamiento de una orca, y el resto de la población lo habría imitado después. “No sabemos el origen ni la motivación, pero el comportamiento defensivo basado en el trauma como origen de todo esto, cada día cobra más fuerza para nosotros”, aseguran los especialistas.
¿Quién es la vengadora?
Hay una ballena hembra llamada White Gladis, o Gladis Blanca, que ha estado presente en muchos de los ataques. White Gladis se puede identificar por las cicatrices que le marcan el cuerpo, que pueden haber sido causadas por hilos de pescar o contacto con barcos. Este especimen es conocido dentro de los protectores de animales, tanto que los investigadores publicaron un diagrama de las cicatrices de White Gladis.
Pero los investigadores que estudian a la orca que hunde el bote son mucho más cautelosos al identificar un líder o atribuirle una intención. "Todavía no estamos seguros de que este haya sido el caso de este animal que inició el comportamiento, y me temo que nunca lo sabremos, ya que no hay evidencia de la primera interacción", dijo Ruth Esteban, investigadora y autora del primer artículo que describe estos ataques.
Pero Gladis no es la única, las cicatrices no son raras en estos animales.Ellos buscan atún enganchado en las líneas de pesca para comer el pescado antes de que los pescadores puedan arrastrarlo a la superficie. Un comportamiento como este puede provocar lesiones, como laceraciones profundas e incluso amputaciones.