El papel de las temperaturas en el control del COVID-19
Aunque todavía no está del todo claro la incidencia de las temperaturas en el desarrollo y control del virus COVID-19, algunos estudios sugieren que ciertos valores de temperatura y humedad podrían reducir la transmisión del virus.
En un nuevo trabajo publicado en Social Sciences Research Network, investigadores del Instituto de Virología Humana de la Universidad de Maryland sugieren que ciertos valores de temperatura y de humedad relativa podrían favorecer la expansión del coronavirus. Estos son los primeros resultados, y aunque la comunidad científica todavía no puede asegurar la relación entre el coronavirus y los rangos de temperatura, continúa trabajando contrarreloj para poder prever, a partir de modelos climáticos, hacia dónde podría expandirse el virus en los próximos meses y redirigir así los esfuerzos sanitarios a esas zonas.
Wuhan, Qom, Daegu, Milán y Madrid son hasta hoy las ciudades más afectadas por el COVID-19. Sorprendentemente, cuando las ubicamos sobre un mapa podemos notar que todas se encuentran en una latitud geográfica muy similar y que, estadísticamente, las zonas más afectadas por el coronavirus también tienen similitud en sus temperaturas medias para estos meses, entre 5ºC y 11ºC, y coinciden en una humedad relativa elevada, de entre el 47 y el 79%.
La ciudad de Bangkok, capital de Tailandia, fue la que llamó la atención de los investigadores que decidieron hacer el estudio. El país contaba apenas con más de 50 contagiados oficiales por el virus. Al analizar los datos meteorológicos encontraron que en los últimos 4 meses tuvo temperaturas media de 30°C y una humedad relativa del 40%, datos muy distintos de lo que el virus parece necesitar para su supervivencia.
Las pruebas de laboratorio mostraron que las condiciones favorables para la supervivencia del coronavirus son temperaturas algo por encima de 4ºC y entre el 20% y el 80% de humedad relativa. Otro estudio realizado en la Universidad Sun Yat-sen, en la provincia de Guangdong, encontró que el patógeno parece extenderse más rápido con una temperatura de 8,7°C, por lo que el informe sugiere que los países en climas más fríos deberían adoptar medidas de control más estrictas.
Se deben tomar precauciones
Muchos gobiernos y autoridades de salud tienen la esperanza de que el coronavirus pierda parte de su potencia de transmisión a medida que las temperaturas aumenten con el cambio de estación, como suele ser el caso con virus similares que causan el resfriado común y la gripe.
Pero los investigadores aseguran que es muy pronto para sacar conclusiones y advierten que un clima más cálido no necesariamente conducirá a una disminución en el recuento de casos, e insta a las personas a no asumir que la pandemia finalizará con la llegada del verano (en el hemisferio norte), ya que las evidencias no son claras.
Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer para disminuir la propagación del COVID-19 (y otros virus) es informarnos a través de fuentes oficiales e implementar en nuestra rutina diaria las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud