El super tifón Nanmadol se ha convertido en una seria amenaza para Japón

El super tifón Nanmadol amenaza con ser uno de los más poderosos de la temporada con efectos importantes para Japón, que verá cómo cruza longitudinalmente a la principal de sus islas, Honshu.

Oleaje
El oleaje previsto generado por el super tifón Nanmadol será dañino para las zonas costeras que alcance (imágen de archivo)

El tifón Nanmadol se desarrolló rápidamente desde ser una zona de tormentas que se fueron organizando a convertirse en tormenta tropical y luego en tifón. Eso ocurrió en cercanía de las islas Ogasawara. En la primera parte de su desarrollo Nanmadol se movió al este-noroeste hacia la zona norte de la Prefectura de Okinawa y también afectó a la vecina Prefectura de Kagoshima. Para las primeras horas del sábado su centro de baja presión descendía a los 963 hPa, ya se había transformado en un super tifón.

Según los datos aportados por la Japan Meteorological Agency (JMA), en el inicio del sábado 17 Nanmadol registraba ráfagas de 170 nudos, o sea unos 315 km/h, con una intensidad de viento sostenido de 260 km/h. El ciclón seguirá avanzando al noroeste hacia el sur de la isla Kyushu, y afectando fuertemente a ciudades como Nagasaki, Fukuoka, y Kagoshima. Se espera que en la isla Kyushu los acumulados de lluvia. superen en algunos sectores los 500 milímetros.

La intensidad del viento afectará a las costas alcanzadas con fuertes oleajes y un importante ascenso en el nivel del mar. En toda la trayectoria de Nanmadol la chance de inundaciones repentinas se mantendrá muy alta. Este es el tercer gran ciclón tropical en la temporada que afecta a Japón, especialmente al extremo sur del país, con severos daños a raíz del viento y las lluvias que siguen acumulándose.

El tramo más peligroso

Una vez que el super tifón Nanmadol llegue al sur de la isla Kyushu, todos los modelos coinciden en indicar que tendrá un cambio radical en su trayectoria, moviéndose luego hacia el noreste, a tiempo que la intensidad de los vientos harán que se degrade rápidamente, aunque seguirá produciendo lluvias muy intensas con alto riesgo de inundaciones tras su paso.

Imagen satelital
En la imagen satelital se observa al super tifón Nanmadol con su ojo claramente distinguible, aproximándose a la prefectura de Kagshima.

Con este patrón de circulación el tifón es muy posible que cruce longitudinalmente a la principal isla de Japón, que es Honshu. Allí, las ciudades más grandes del país podrán ser fuertemente afectadas, a saber Hiroshima, Osaka, Nagoya, Tokio, y Sendai. Algunos sectores podrán ver acumulados de lluvia por encima de los 800 milímetros sobre terrenos ya saturados.

Esta situación podría llevar a deslaves e inundaciones repentinas graves asociados a su trayectoria. Quedaría fuera de sus principales amenazas, la norteña isla de Hokkaido. El país viene de registrar récords de temperatura para el mes de septiembre, superando la barrera de los 35 °C, producto de vientos catabáticos, o sea por efecto orográfico. Nanmadol es el decimocuarto tifón de la temporada.

Ciudades como Tokio y Osaka amenazadas por el ciclón

Por la trayectoria del tifón, y la sumatoria de viento y acumulación de lluvias, sumado a que afectará a las ciudades más grandes del país, la trayectoria pone nerviosas a las empresas aseguradoras, que ven un escenario donde los daños asociados pueden resultar masivos.

Luego de media semana el ciclón seguirá su marcha hacia el noreste perdiendo sus condiciones tropicales pero con la energía para convertirse en una profunda depresión subtropical.

Con ello, es altamente posible que esa baja resultante afecte considerablemente a Alaska, con viento intenso y precipitaciones abundantes, incluidas nevadas. Este tipo de eventos extremos pueden generar importantes deslaves, especialmente sobre Japón, un país eminentemente montañoso. Inundaciones recurrentes también serán posibles, en especial en entornos urbanos donde la filtración del agua puede resultar menor a lo que aportarán las lluvias.

Promediando el mes de septiembre, la temporada de este 2022 se ha visto mucho más activa sobre el océano Pacífico occidental, en comparación con los desarrollos que se han generado. Hasta ahora ningún evento en el océano Atlántico ha impactado zonas pobladas importantes.