En 15 años se duplicó el calor atrapado por la Tierra
La Tierra está atrapando el doble de calor ahora que en 2005. Esto provoca un sostenido nuevo aumento de la temperatura global, más derretimiento de la nieve y el hielo marino y un aumento del nivel del mar.
Los resultados de un trabajo conjunto de la NASA y la NOAA no son lo alentadores que a uno le gustaría conocer. Lo cierto es que investigadores de ambos organismos de los Estados Unidos, en base a datos globales, llegaron a la conclusión de que la Tierra ha estado atrapando una cantidad de calor "sin precedentes". También pudieron concluir que el desequilibrio energético del planeta se ha duplicado aproximadamente entre 2005 y 2019. En otras palabras, la Tierra atrapa cada vez más calor del que libera, y el ritmo de ese proceso se ha duplicado en las últimas dos décadas.
Como la NASA explicó en un comunicado, el clima de la Tierra está determinado por el equilibrio entre la cantidad de energía solar que se absorbe en la atmósfera y en la superficie y la cantidad de radiación infrarroja térmica que se emite al espacio. La suma de esas dos partes de energía determina si la Tierra se calienta o se enfría. Ahora, los resultados de la investigación publicados por Geophysical Research Letters demuestran que datos de satélite y obtenidos en los océanos marcan un notorio incremento en el calentamiento de la Tierra, teniendo en cuenta el sistema atmósfera - océanos.
El resumen del estudio, citado por New York Post, señala que "los continuos aumentos de las concentraciones de gases de efecto invernadero mezclados en la atmósfera, y el largo tiempo que necesitan el océano, la criosfera y el suelo para alcanzar el equilibrio térmico con esos aumentos, dan lugar a una ganancia neta de energía, y por tanto de calentamiento, en la Tierra".
Mayor aumento de las temperaturas
Norman Loeb, científico de la NASA y autor principal del estudio, sostuvo que “se trata de un exceso de energía que toma el planeta. Este escenario podrá significar un mayor aumento de las temperaturas y más derretimiento de la nieve y el hielo marino, lo que causará inexorablemente el aumento del nivel del mar. La vida en la Tierra no podría existir sin la energía del Sol, pero es importante la cantidad de esa energía que se irradia al espacio. Es un delicado equilibrio que determina el clima del planeta.
En diálogo con CNN, Loeb indicó que “además del aumento de las temperaturas globales, el efecto más obvio de un desequilibrio positivo es que ocurrirán cambios en las circulaciones atmosféricas, facilitando más eventos extremos como las sequías. Utilizando datos de satélite para medir el desequilibrio, los científicos descubrieron que la Tierra está ganando más energía de la que debería y provocando un calentamiento aún mayor del planeta, lo que también se conoce como desequilibrio energético positivo.
En el estudio se confirma que aproximadamente el 90% del exceso de energía de este desequilibrio va a parar al océano. Y el calentamiento de las temperaturas oceánicas provoca una acidificación que afecta a los peces y a otros tipos de biodiversidad marina. Cuando los investigadores compararon las mediciones por satélite con los datos de un conjunto global de sensores oceánicos, los resultados mostraron una tendencia similar. La energía restante, por su parte, se queda en la atmósfera.
La magnitud del aumento no tiene precedentes
Una causa importante de este desequilibrio se puede atribuir a las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre. También se ve afectada por algunos de los bucles de retroalimentación positiva causados por el cambio climático: a medida que aumenta la temperatura global, también aumenta la cantidad de vapor de agua en la atmósfera, lo que incrementa aún más la temperatura. El derretimiento de la capa de nieve y el hielo marino, reflejos naturales de la energía solar, también está disminuyendo debido al calentamiento global.
Otro factor que contribuye al desbalance es que la Oscilación Decadal del Pacífico, a menudo descrita como un patrón climático a largo plazo similar a El Niño en el Pacífico, se mantuvo en una fase muy cálida desde 2014 hasta 2020. Debido a este cambio repentino de una fase fría a una fase cálida prolongada, la cubierta de nubes sobre el océano disminuyó, permitiendo que el Océano Pacífico absorbiera más radiación solar.
Loeb fue enfático al aseverar que “el cambio provocado por el hombre está modificando la composición de la atmósfera, así como las fluctuaciones de los sistemas climáticos". El desequilibrio energético de la Tierra es el efecto neto de varios factores. Para el estudio se han examinado los cambios en la composición y despliegue de las nubes, el vapor de agua, las contribuciones combinadas de los gases traza y la salida de luz del Sol, el albedo de la superficie, los aerosoles y los cambios en la distribución de la temperatura superficial y atmosférica. “Es probable que sea una mezcla de forzamiento antropogénico y variabilidad interna", concluyó Loeb". "La magnitud del aumento no tiene precedentes".