Ensayo exitoso de una vacuna personalizada contra el cáncer, basada en tecnología ARNm
Las vacunas contra el cáncer son la próxima frontera en la inmunoterapia. Tras décadas de desarrollo, por fin se han obtenido indicios de eficacia y potencial para la cura de esta enfermedad.
El cáncer es una enfermedad en la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo. En condiciones normales, las células humanas se forman y se multiplican para formar células nuevas a medida que el cuerpo las necesita, ya que cuando las células dañadas o viejas mueren, otras nuevas células las reemplazan.
Pero ese proceso puede alterarse y puede ocurrir que las células dañadas se formen y multipliquen cuando no deberían hacerlo. En ese caso es probable que esas células formen una masa anormal de tejido corporal llamada tumor. Estos tumores pueden propagarse a otras partes del cuerpo, en un proceso llamado metástasis.
Que el cáncer pueda ser curable o no dependerá del tipo y de su fase evolutiva. En la actualidad, la tasa de curación del cáncer es cercana al 55 %, y este porcentaje es altamente dependiente del diagnóstico precoz, como en el cáncer de mama, de colon y de próstata, cuyo porcentaje es del 90 %. Otros cánceres como pulmón, páncreas, incluso en fases iniciales, rondan el 60% y el 25% respectivamente, y no es tan sencillo su diagnóstico temprano. Y si bien algunos tipos de cáncer son causados por virus, como el virus del papiloma humano (VPH), las vacunas que nos protegen de esas infecciones pueden prevenir esos tipos de cáncer.
¿Cómo son las vacunas contra el cáncer?
A diferencia de las vacunas que protegen de una infección, las vacunas contra el cáncer tratan a las personas que ya tienen la enfermedad. Se diseñan específicamente para enseñarle al sistema inmunitario del paciente a reconocer las células cancerosas, para luego matarlas.
Estas vacunas no son genéricas: cada vacuna se debe hacer especialmente para un determinado paciente, ya que mediante cirugía se toma una muestra del tumor, se secuencia el ADN (se obtiene la clase de información genética que se transporta en un segmento específico de ADN) y se elabora la vacuna, totalmente personalizada.
Al ser inyectadas, este tipo de vacunas envían instrucciones a las células del paciente para producir un antígeno o proteína que pueda distinguir las células cancerosas de las células normales, estimulando al sistema inmunológico del paciente a que produzca anticuerpos que puedan reconocer y atacar las versiones inofensivas de la enfermedad. Una vez que el cuerpo del paciente ha fabricado estos anticuerpos, en el caso que la enfermedad regrese, ya los puede reconocer y eliminar así las células malignas.
El mensajero que salva vidas
Los ácidos nucleicos son biomoléculas que cumplen funciones esenciales en todas las células y virus, como el almacenamiento y la expresión de información genómica. El ácido desoxirribonucleico, o ADN, codifica la información que las células necesitan para producir proteínas. El ARN es un tipo relacionado de ácidos nucleicos, llamado ácido ribonucleico, y transporta los “mensajes” escritos en el ADN a los ribosomas, donde se obtienen absolutamente todas las proteínas de nuestro organismo.
El ARN mensajero, abreviado como ARNm, se sintetiza a través de un proceso llamado transcripción, en el que el ADN se utiliza como molde para generar nuevas moléculas de ARNm complementarias a su secuencia. El ADN, como sabéis, almacena todas las instrucciones necesarias para sintetizar todas las proteínas de nuestro cuerpo, pero no puede salir del núcleo. Por eso, es necesario “copiar” estas instrucciones en una molécula de ARNm, que sí puede salir fuera del núcleo, y de esa forma los ribosomas las pueden ejecutar.
Así es entonces como al ARNm, se le “enseña” el contenido del ADN para que una vez fuera del núcleo, fabrique las proteínas (anticuerpos) necesarias para neutralizar a las sustancias extrañas, ofreciendo protección hacia futuro. Esta tecnología de diseño de vacunas fue la misma utilizada para crear la vacuna Pfizer / BioNTech Covid.
Las primeras pruebas
Esta investigación científica se encuentra en la etapa inicial, por lo que las vacunas están disponibles sólo como parte de ensayos clínicos. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido es el primero en participar en este proyecto en todo el mundo, y está lanzando un programa que le dará, a miles de pacientes en Inglaterra, acceso a ensayos de vacunas contra el cáncer.
El primer paciente en comenzar el ensayo es un profesor de 55 años que no tenía síntomas y le diagnosticaron cáncer colorrectal después de un control de salud de rutina. Primero, se sometió a una cirugía para extirpar su tumor, seguido de quimioterapia. Luego de analizar su tumor para identificar mutaciones específicas de su propio cáncer, se creó su vacuna personalizada. Posteriormente recibió su inyección en el University Hospitals Birmingham, uno de varios sitios que participaron en un ensayo de vacuna de BioNTech contra el cáncer colorrectal
Si bien, de acuerdo con fuentes médicas del Hospital, aún es demasiado pronto para confirmar que el paciente había sido curado por completo, ya que cuentan con datos limitados sobre la respuesta corporal del paciente a la vacuna, afirman que los resultados son “extremadamente esperanzadores”. Por ello la necesidad de continuar reclutando pacientes adecuados para el ensayo para así poder obtener más información.