Entre la seca y los excesos
El sector central del país estaba atravesando una de las sequías más importantes de la historia. Abril fue el mes bisagra, comenzaron a desarrollarse lluvias y tormentas de variada intensidad que han cambiado notoriamente las condiciones hídricas.
Desde el mes de abril se concretó el cambio de circulación de la atmósfera que terminó con una de las sequías más fuertes que padeció el sector productivo argentino. Comenzaron las primeras lluvias y tormentas, primero acotadas a una porción del país, generándose de manera aislada e intermitente. Luego, se fueron generalizando, ganando fuerza y dejaron un acumulado mensual por encima de los niveles promedio para el mes de abril.
Esta característica se vio reflejada en las condiciones de suelo, que pasaron de sequía a un suelo saturado en tan solo 30 días. Toda la porción central del país presentó un cambio significativo, pero la situación más notable es la que está experimentando la zona núcleo, abarcando el norte de Buenos Aires, Entre Ríos, centro y sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba.
Pros y contras
Las lluvias registradas en las últimas 4 semanas han mejorado notablemente las condiciones hídricas del suelo, cargando los perfiles e incrementando el nivel de las napas, lo que ha dado un gran impulso al productor para planificar su accionar en el período de invierno. Hubo un gran avance en la siembra de pasturas y forraje, pensando en la ganadería y se incrementó el área destinada al trigo.
En contraposición, la campaña de la gruesa no pudo tener un peor final. A la magra producción que se logró por la escasez de lluvias se le sumó el impedimento de poder levantar la cosecha. Las importantes lluvias registradas, sumado a la humedad, la escasa radiación solar por la presencia de nubosidad no permitió que se generará piso suficiente para que ingrese la maquinaria para cosechar.
Continúan las lluvias
Durante los próximos días, se prevé que continúen las condiciones de humedad e inestabilidad sobre gran parte del país, lo que fomentará al desarrollo de lluvias y tormentas de variada intensidad, con acumulados muy importantes sobre Santa Fe, Entre Ríos, norte de Buenos Aires y sudeste de Córdoba.
La calma recién estaría llegando entre el miércoles 9 y jueves 10 de mayo, con el avance de un sistema frontal frío, que desplazaría la masa de aire cálido y húmedo que persiste sobre la porción central del país hacia el noreste del territorio nacional, llevando las tormentas al sur de Brasil, Paraguay y región del NEA.