Es inminente: a principios de julio la Tierra alcanzará su punto más alejado del Sol, ¿cuáles son las consecuencias?
A principios de julio, la Tierra alcanzará su distancia máxima al Sol: ¿qué ocurre y cuáles son las consecuencias? ¿Qué impacto tiene en el cambio de las estaciones? Descubrámoslo en este artículo.
En los próximos días, la Tierra alcanzará su punto más alejado del Sol, conocido como afelio, a una distancia máxima de unos 152.000.000 kilómetros de la estrella central de nuestro sistema solar.
En 2023, el afelio se alcanzará el 6 de julio, a las 20.08 UTC (poco después de las 17 horas en Argentina). Este fenómeno, que se produce todos los años, fascina y plantea muchas preguntas. Veremos en este artículo por qué se produce y qué consecuencias tendrá.
La Tierra alcanza el punto de máxima distancia al Sol el 6 de julio a las 20.08 UTC.
Afelio: la Tierra alcanza su distancia máxima al Sol
La Tierra gira alrededor del Sol realizando un movimiento de revolución que dura 365 días, recorriendo una órbita que tiene forma elíptica. La hipótesis de que las órbitas de los planetas eran elípticas fue formulada por el astrónomo alemán Kepler, contemporáneo de Galileo Galilei.
El hecho de que la órbita de la Tierra alrededor del Sol sea elíptica, y no circular, tiene consecuencias evidentes: hay una época del año en la que la Tierra está más lejos del Sol, y otra en la que está más cerca. El punto de máxima proximidad se denomina perihelio y se alcanza a principios de enero, cuando la Tierra alcanza una distancia mínima de 147.000.000 kilómetros del Sol.
En cambio, el punto de máxima distancia se denomina afelio, término introducido por el astrónomo Kepler, que utilizó el griego "apo", que significa "lejos de", y "helios", que significa "sol": se alcanza a principios de julio, y la distancia alcanzada en el afelio es de 152 millones de kilómetros.
Más lejos del Sol en pleno verano del hemisferio norte: ¿cómo es esto posible?
Puede sonar extraño, pero en realidad la sucesión de las estaciones no está relacionada con la distancia de la Tierra al Sol.
La diferencia entre 147 y 152 millones de kilómetros no afecta a la sucesión de las estaciones y es imperceptible para nosotros, los humanos. Esto explica por qué, a pesar de alcanzar el afelio a principios de julio, estamos en pleno verano en el hemisferio norte. En el hemisferio sur, recordemos, es ahora invierno, lo que apoya aún más esta tesis.
La sucesión de las estaciones no está relacionada con la distancia Tierra-Sol, que como dijimos no varía tanto como para influir en el calentamiento del planeta, sino que se debe a la inclinación de nuestro planeta con respecto a los rayos solares.
Nuestro planeta realiza su órbita elíptica alrededor del Sol con una inclinación de unos 23° respecto a la perpendicular al plano de la órbita. Por tanto, a lo largo del año, la inclinación particular de la Tierra hace que las distintas zonas del planeta sean alcanzadas por los rayos solares de forma diferente.
Cuando es verano en el hemisferio norte, los rayos solares alcanzan el hemisferio norte en un ángulo más bajo y durante más tiempo, y en el hemisferio sur ocurre lo contrario. Esto determina la alternancia de las estaciones y la aparición de momentos astronómicos importantes como los equinoccios y los solsticios.