España vive una de las peores sequías en la historia reciente

Los bajos acumulados de precipitaciones, más temperaturas inusualmente altas, han llevado a extremar la sequía sobre gran parte de la península ibérica. Por delante, un verano que se estima muy caluroso.

Sequía Cataluña
La sequía está afectando, entre otros puntos de España, a Cataluña, donde también se han registrado altas temperaturas para esta época del año.

La península ibérica sigue sumida en una de las sequías más profundas que ha vivido en su historia reciente. Esto incluye a gran parte de España y el sur de Portugal. La falta de lluvias hacen que el nivel de los embalses estén al 48 % de su capacidad, cuando se espera que luego del invierno hayan obtenido la mayor parte de su volumen de agua.

Las condiciones de sequía son extremas en partes del centro y sur del país, al tiempo que se han registrado temperaturas inusualmente altas para el otoño. Por caso, valores de temperatura en el entorno de los 39 ºC se han anotado en algunos puntos de Andalucía, como Córdoba y Sevilla. Cataluña también ha experimentado temperaturas por encima de los valores promedio.

Ante esta situación, el gobierno se presta a tomar cartas en el asunto, también desde lo legal. Por un lado, ayudas a la producción, ya que el costo de la sequía está siendo muy alto con pérdida de cosechas y con un panorama desalentador hacia adelante. Pero por otro lado, con una importante modificación al reglamento de prevención de riesgos laborales.

Prohibir algunas actividades laborales al aire libre

De acuerdo a lo indicado por RTVE, el gobierno se apresta a prohibir trabajar en algunas actividades profesionales al aire libre cuando haya alertas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) por calor extremo. El año pasado varios trabajadores han perdido la vida en diferentes puntos del país al estar trabajando en jornadas con temperatura extremadamente altas que los llevó al colapso.

De acuerdo a información oficial, la falta de lluvias en España sigue mermando la reserva de los embalses, que esta semana han perdido 406 hectómetros cúbicos, lo que representa el 0,7 por ciento. En estos momentos los embalses guardan 27.417 hectómetros cúbicos, por lo que están al 48, 9% de su capacidad total.

Luego de que marzo haya sido el más seco tomando la serie de datos desde 1960 a la actualidad, abril también ha entrado en ese récord, y con temperaturas medias de hasta tres grados por encima de lo normal. La magnitud de la sequía ha permitido que un ingreso de aire caluroso desde África se potencie y la ola de calor pasada haya tenido condiciones de pleno verano.

Algo de lluvia en los próximos días

En los próximos días el ingreso de aire más frío de origen polar permitirá que un periodo de lluvias llegue a buena parte del país, aportando volumen de agua a los reservorios. Pero quedan muchas dudas sobre el futuro y el comportamiento hacia el verano. Las estimaciones apuntan a un verano muy caluroso, con un déficit de lluvias muy marcado. Como sea, muchos municipios han tenido que tomar medidas para restringir el consumo de agua, y el riesgo de incendios está en niveles de peligro muy alto.

Copernicus
Esta comparativa de imágenes de los satélites Sentinel del proyecto europeo Copernicus permite observar impactos de la sequía respecto de mayo del año pasado.

Según el último informe de AEMET, desde el 1 de octubre de 2022 hasta el 2 de mayo de este año, el valor acumulado de las precipitaciones fue de 346 litros por metro cuadrado (mm), alrededor de un 26 % menos de lo esperado (469 mm) de acuerdo con los datos del período 1991-2020. Esta situación pone en tensión al campo y las zonas urbanas, por cómo se prioriza el uso del agua, ya sea para consumo o uso personal, o para uso agrícola.

El anterior año hidrológico 2021-2022 cerró como el tercero más seco desde que hay registros, pero el presente período se está presentando por debajo de ese valor. Queda por delante largos meses de verano. Según RTVE, este año 2023 es el quinto año con menos agua almacenada en los embalses desde que hay registros. En la semana 19 de 1994 los embalses estaban prácticamente como en este momento, al 48,39 % de su capacidad; un año antes, en 1993, al 44,58 %; e incluso, en 1992 se situaban en el 46,48 % de su capacidad total. Fueron esos cuatro años, de 1992 a 1995 los años con menos agua reservada desde que hay registros.