Este verano promete ser abrasador: ¿cómo podemos preparar nuestro hogar para el calor extremo?
Desde aislar techos hasta utilizar ventiladores estratégicamente, estas recomendaciones incluyen alternativas tanto para propietarios como para inquilinos que buscan combatir el calor extremo del verano.
Con el verano a la vuelta de la esquina y los pronósticos que auguran temperaturas extremas, es momento de tomar medidas. Los expertos coinciden en que los veranos cada vez más largos y calurosos, consecuencia del cambio climático, son una realidad que llegó para quedarse.
Por eso, mantener nuestros hogares frescos no solo es una cuestión de comodidad, sino también de salud y sustentabilidad.
En este artículo te presentamos algunas acciones simples y efectivas que podés implementar para enfrentar el calor este verano.
1. Aislar es clave
Un buen aislamiento térmico puede marcar una gran diferencia en la temperatura de tu casa y en tus facturas de energía. Definitivamente es una de las mejores inversiones que se pueden hacer, ya que no solo protegemos del calor del verano, sino que también evitamos el enfriamiento interno durante el invierno.
El techo es uno de los puntos críticos por donde entra el calor. Si tu aislamiento tiene menos de 10 cm, es recomendable reforzarlo. Algunos materiales de aislamiento comunes son la fibra de vidrio, la celulosa y los paneles de espuma. Sin embargo, la elección dependerá de factores como su presupuesto, la ubicación donde se va a aislar y el clima.
2. Sellar huecos y grietas
Las aberturas y grietas en puertas, ventanas, marcos, zócalos y techos son grandes culpables de la pérdida o ganancia de calor en una vivienda. Según estudios de eficiencia energética, hasta el 30 % del calor puede perderse por estas vías, lo que se traduce en un mayor consumo de energía y una menor comodidad en el hogar.
Existen diversas opciones para sellar estas aberturas y mejorar el aislamiento:
- Burletes: son tiras autoadhesivas de goma o espuma que se colocan en los marcos de puertas y ventanas. Son económicos y fáciles de instalar.
- Masilla: se utiliza para rellenar grietas y fisuras más grandes. Existen diferentes tipos de masilla, como la acrílica o la de silicona, cada una con sus propias características.
- Espuma expansiva: ideal para sellar grandes huecos y grietas. Se expande al entrar en contacto con el aire, creando un sellado hermético.
- Calafateo: consiste en aplicar un material flexible y resistente al agua en las juntas entre diferentes materiales, como la unión entre la pared y el marco de una ventana.
3. Sombra estratégica en ventanas
Las plantas, toldos o sombrillas exteriores son aliados para proteger las ventanas del Sol directo. Por ejemplo, los toldos pueden disminuir la temperatura interior hasta en 10 °C, y evitan que la radiación UV ingrese directamente al hogar.
Si tenés jardín o balcón, también podés sumar enredaderas o árboles de hoja caduca que proporcionen sombra a las paredes en verano y permitan el paso del Sol en invierno.
4. Pintar con colores claros y con pinturas reflectantes
Si tenés la posibilidad, pintá techos y paredes exteriores con colores claros o pinturas diseñadas para reflejar el calor. Esto puede reducir considerablemente la acumulación de temperatura en el interior de tu hogar.
Además, se determinó que un techo blanco, que refleja el 80% de la luz solar, mantiene una temperatura aproximadamente 31 ºC más fresca que uno oscuro, y genera una reducción de entre 3 y 7 °C en el interior del hogar.
Opciones para inquilinos
Si alquilás y no podés realizar cambios estructurales, también hay una serie de medidas que ayudarán a mantener un hogar más confortable en esos días de calor extremo
1.Mantener el aire acondicionado y ventiladores en óptimas condiciones
Limpiar o cambiar los filtros del aire acondicionado cada tres meses asegura que el equipo funcione de manera eficiente. Esto no solo mejora el rendimiento, sino que también reduce el consumo energético.
Y aunque los ventiladores no enfrían el aire, crean una brisa que puede bajar la sensación térmica entre 3 °C y 5 °C. Son una opción económica y sustentable que podés combinar con otras estrategias.
2.Ventilación cruzada durante la noche
Si las noches son más frescas, aprovechalas para ventilar. Abrí ventanas opuestas para generar corrientes de aire que enfríen la casa y asegurate de cerrar todo durante el día para mantener el fresco adentro.
3.Cortinas gruesas térmicas
Son una excelente alternativa para reducir la entrada de calor. Las cortinas térmicas están diseñadas con materiales que tienen propiedades aislantes, como el poliéster o el algodón grueso. Estos materiales atrapan una capa de aire entre la cortina y la ventana, lo que actúa como un aislante térmico, evitando que el calor se transmita del exterior al interior.
Además, algunas tienen un revestimiento metálico o de aluminio que refleja la radiación solar hacia el exterior, evitando que se absorba por las superficies interiores.Y no solo eso, también bloquean la luz, la radiación UV y el ruido exterior.