Exterminarán una isla para ayudar al planeta
Puede sonar sombrío pero no lo es. En el Océano Pacífico norte existe una gran isla conformada en un 100% por desechos plásticos que flotan. La gravedad de su presencia es mayúscula, por eso un equipo de científicos planean eliminarla del mapa. Veamos los detalles de esta gran acción.
La gran mancha de basura del Pacífico o Great Pacific Garbage Patch, (GPGP, por sus siglas en inglés), es también conocida como la “gran isla de basura” y está conformada actualmente por 1,8 billones de piezas de plástico, que provocan consecuencias sumamente nocivas en el ecosistema marino.
Los desechos más grandes dejan atrapados o inmovilizados a muchos peces y tortugas, que sufren constantemente el proceso conocido como pesca fantasma. Por otro lado, los microplásticos (plásticos milimétricos con diámetro <5 mm), pueden ingresar a la cadena alimentaria cuando son ingeridos por pájaros y peces; avanzan en la cadena trófica hasta llegar a depredadores de primer nivel como tiburones, focas y osos polares, causándoles enfermedades y la muerte.
Si bien la GPGP fue descubierta en la década de 1970, se estudiaba con buques pequeños, hasta que en 2015 la Fundación Ocean Cleanup, (empresa holandesa especializada en extraer plásticos de los océanos), comenzó a trabajar en conjunto con seis universidades, sobre este gran cúmulo dañino de plásticos flotantes. Luego de un arduo trabajo de investigación, este equipo busca exterminar en un lapso de cinco años el pequeño y peligroso continente de plásticos, que generó el ser humano a lo largo de las últimas décadas, y así beneficiar a nuestro planeta.
¿Cómo se formó la GPGP?
En primer lugar por la expulsión descontrolada de desechos desde la superficie terrestre hacia el mar, y sobre todo de residuos de redes de pesca. Una vez que los desechos se encuentran flotando a la deriva sobre la superficie oceánica, la circulación marina entra en juego; comienzan a combinarse los giros de corrientes cálidas y frías. Por ejemplo, en el caso del Pacífico Norte el área que se mueven entre EE.UU. y Asia de forma circular, allí quedan los desechos reunidos y arremolinados en esa especie de “circulación cerrada”.
Aproximadamente 8 millones de toneladas de plásticos ingresan a los océanos cada año, gran parte de los cuales se ha acumulado en cinco parches de basura gigantes en todo el planeta. Hay varias zonas marinas en donde la concentración de plásticos es alta además de la gigante GPGP en: el Atlántico Norte y Sur, Pacífico Sur y Océano Indico. Esta basura es cosmopolita, puede girar alrededor del mundo, los desechos de un país puede terminar en cualquiera de estos parches.
El trabajo de investigación y sus resultados
Para comenzar el estudio, una nave nodriza de la flota RV Ocean Starr desplegó sobre la zona afectada dos redes recolectoras de seis metros de ancho cada una, además 30 barcos en simultáneo (equipados con pequeñas redes), y el apoyo aéreo de dos aviones militares, (incluido un Hércules C-130), adaptados para actuar como aviones de rastreo, con sensores que escanean en 3D la superficie del océano.
Luego de tres años de intenso trabajo, el conjunto de científicos organizó un muestreo sin precedentes, recogieron 1,2 millones de piezas de plásticos, las clasificaron por tamaño y tipo, dando los siguientes resultados:
Esta gran masa de basura esta aumentando exponencialmente y a un ritmo mayor de lo que se pensaba, de seguir así en el año 2050 el océano tendrá más plásticos que peces, aseguró Laurent Lebreton, quien encabezó esta investigación. La extensión total que abarca la GPGP es de 1,6 millones de km2, semejante a las superficies de España, Alemania y Francia sumadas, o a cinco provincias de Bs.As., a modo de comparación para comprender las grandes dimensiones; su peso de 80 mil toneladas equivalente a 500 aviones Jumbo Jets.
La GPGP se compone en su mayoría (92%) por fragmentos de desechos más grandes, frente al 8% de la masa de basura compuesta de plásticos milimétricos (<5 mm). Esto se traduce como una noticia esperanzadora según la Dra. Julia Reisser, (jefa de la expedición), porque los plásticos más grandes son mucho más fáciles de encontrar, pescar y retirar del océano que los microplásticos, (antes se pensaba que la mayoría eran pequeños).
Soluciones
El equipo de los Países Bajos con 75 investigadores e ingenieros, planea construir docenas de barreras, (como tuberías), flotantes para derivar en los vientos y las corrientes, y así aspirar la mitad del plástico del parche GPGP dentro de cinco años, y lograr exterminar la isla tóxica.
Para los microplásticos lamentablemente no se ha encontrado una medida eficaz para retirarlos del océano puesto que son muy pequeños. Se encuentran por ejemplo en los productos cosméticos de uso cotidiano como: pasta dental, detergentes, exfoliantes, protectores solares; se espera que sean sustituidos por alternativas naturales y biodegradables.
La solución es enfocarse en construir plásticos que sí puedan degradarse, y en caso de que lleguen al océano no tengan el tiempo suficiente como para acumularse en estos parches de basura.