Gases tóxicos, otra amenaza letal del Volcán en La Palma

La Isla de La Palma luce como un infierno terrenal, los ríos de lava avanzan incendiando bosques y consumiendo centenares de viviendas, pero existe otro peligro y se encuentra en el aire. Los gases tóxicos emanados por el volcán podrían poner en serio riesgo la vida de las personas.

Volcán de La Palma lava gases tóxicos Canarias
El Volcán de La Palma libera lava y gases tóxicos amenazantes. La situación puede empeorar cuando los ríos de lava desemboquen en el mar y reaccionando químicamente, generando más gases nocivos.

Los ojos del mundo están puestos en el volcán de Cumbre Vieja, en la Isla de la Palma, Canarias, España, por las dramáticas imágenes de las inmensas coladas de lava avanzando con temperaturas superiores a los 1000 °C, como si fueran lentos y demoledores ríos del mismísimo infierno. Esta situación mantienen a todos expectantes del monitoreo minuto a minuto, la cantidad de evacuados (más de 5500), y las zonas afectadas por nuevas fisuras (hasta el momento un total de nueve), se van actualizando a cada hora.

La lava derrite literalmente todo lo que encuentra a su paso, incendia amplias zonas boscosas, y consume centenares de viviendas, mientras la población mira con desesperación como pierden todo. Al momento no se han reportado víctimas fatales.

Se han evacuado miles de residentes y centenares de turistas en los municipios de: El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte.

Además de la amenaza terrestre del flujo de lava que está manejado por la topografía del lugar, y de la acumulación de piroclastos alrededor de la boca de emisión, existe otro peligro letal: la combinación de gases volcánicos tóxicos liberados. Las emisiones de gases potencialmente peligrosos, afectan en principio a las zonas más cercanas al volcán, pero se debe monitorear estrictamente el avance de los flujos de lava hacia el océano, porque en cuanto entre en contacto con el agua de mar comenzarán a ocurrir una serie de reacciones químicas con liberación de gases nocivos.

Erupciones anteriores, similares a la actual, han tenido duraciones de entre pocas semanas a algunos meses.

Gases volcánicos tóxicos

Durante las emanaciones volcánicas no sólo fluye lava por las laderas, y son expulsadas rocas de manera explosiva, también por las fisuras brota vapor de agua, cenizas, y gases tóxicos como: el dióxido de azufre (SO2), dióxido y monóxido de carbono (CO2 y CO), ácido clorhídrico (HCl), magnesio (Mg), bromo (Br), arsénico (As), mercurio (Hg), etc., de todos ellos el SO2 es el más dañino.

Estos gases reaccionan con los rayos solares, el oxígeno y la humedad atmosférica, así se forma el smog o niebla volcánica, que es un tipo de contaminación del aire. Además, pequeños aerosoles quedan suspendidos en el aire con un alto nivel de acidez (principalmente ácido sulfúrico).

El movimiento de los ríos de lava en La Palma se ha ralentizado en las últimas horas del lunes 20 de septiembre, según explican los vulcanólogos a los medios locales; pero cuando el flujo llegue al océano, indefectiblemente reaccionará con el agua y liberará gases a la atmósfera.

Las autoridades establecieron un perímetro de exclusión por mar, desde el sur por la Punta del Pozo, hasta el norte por la playa de Las Viñas. El Ministerio de Transporte ha pedido a las embarcaciones que no se acerquen a la zona de la costa donde está previsto que lleguen los ríos de lava.

A lo largo de la historia, tenemos una gran cantidad de eventos que resultaron letales por emisión de gases volcánicos tóxicos, no solo afectan la salud de las personas que tienen problemas respiratorios de base, sino a la población en general y al medio ambiente.

Según los especialistas, la erupción de este volcán palmero aporta entre 6 y 9 mil toneladas de dióxido de azufre SO2 al día, y por ello la calidad del aire preocupa. La columna de gases es monitoreada constantemente, sobre todo en un radio aproximado de 10 kilómetros. Un despliegue de drones, aviones, y el estudio de los datos de las estaciones meteorológicas cercanas e imágenes satelitales, son de vital importancia para salvaguardar la vida de la población.

Al momento de realizar este informe, las condiciones meteorológicas en la zona resultan favorables, puesto que la dirección del viento es hacia el mar y esto mantiene la dispersión de los gases tóxicos alejado de los habitantes de El Paso.

Peligros para la salud

Es importante que las concentraciones de estos vapores no sobrepasen los estándares de calidad del aire en las zonas pobladas, para saber si esto se podrá mantener a raya, es necesario estimar cuál va a ser la duración e intensidad de la actividad volcánica en la zona, aún es temprano para tener una respuesta única.

Cuando por la inclinación del terreno los ríos de lava finalmente desemboquen en el océano, liberarán muy finas partículas de HCl, que pueden irritar la piel, los ojos y causar problemas respiratorios. Los aerosoles de la niebla volcánica, pueden llegar a ser lo suficientemente pequeños como para ser inhalados hacia lo profundo de los pulmones, afectando la eficacia del sistema respiratorio.

Las cenizas volcánicas también son peligrosas, contienen elementos incandescentes que puede provocar irritaciones en la piel, ojos y daños en las vías respiratorias. Las autoridades le pidieron a la población que mantengan perfectamente cerradas las puertas y ventanas de sus casas y eviten circular, de tener que hacerlo por una urgencia deben proteger su cuerpo, sobre todo las extremidades, cubrir sus ojos, nariz y boca.

Las modernas técnicas de la geofísica actual permiten calcular los volúmenes de lava que están en movimiento, y hacer una estimación de la duración de la erupción, pero todavía es muy pronto para saber hasta cuando la lava correrá hacia el mar.