Mala gestión de residuos durante pandemia de COVID-19
Tanto la conciencia como la educación ambiental de la población a nivel mundial se están cuestionando cuando, por razones sanitarias, se está perjudicando al medio ambiente a través del mal uso y gestión de desechos sanitarios.
En tiempos de pandemia ya todos tenemos clara la importancia de seguir las medidas de prevención del contagio de COVID-19. Siendo la principal medida el lavado frecuente de manos, le siguen otras como el uso de mascarillas y guantes. En muchos países, el uso de mascarillas se ha decretado como obligatorio cuando las personas se congreguen en grupos, acudan a locales comerciales como los supermercados o se use el transporte público entre otros.
Y, si bien estas medidas son consideradas razonables, el comportamiento o educación ambiental de muchos ciudadanos del planeta parece quedar en entredicho durante esta pandemia. Esta aseveración está principalmente sustentada por la cantidad de mascarillas y guantes que están siendo encontradas en las costas de muchos países, como reportan la organización ecologista francesa Opération Mer Propre o la organización Oceans Asia. Incluso hay países como Puerto Rico donde se están implementando medidas condenatorias para aquellas personas que contribuyan al aumento de la contaminación de las costas con estos elementos.
Parece ser que el uso indiscriminado de mascarillas desechables no se ha gestionado adecuadamente desde el punto de vista del residuo que suponen, y este problema recae principalmente en cómo nosotros, los ciudadanos, nos deshacemos de estos insumos. Así lo informa el WWF asegurando que si el 1% de las mascarillas no se desechan correctamente se alcanzaría un total de hasta 10 millones de mascarillas al mes en el medio ambiente.
Pero además, esta contaminación no sólo debe verse desde el punto de vista estético de las costas o por la incomodidad de cruzarse con estos materiales sanitarios mientras uno se da un baño o bucea en las playas, sino que esto influye muy negativamente también en la fauna marina. A menudo estos materiales pueden ser confundidas con medusas que son alimento de otras especies mayores, provocando la muerte de estos animales. Y por otro lado, en el proceso lento de degradación se convertirán en microplásticos pudiendo llegar incluso a nuestra cadena alimentaria.
En definitiva, al resguardar nuestra salud estamos perjudicando la salud de medioambiente, por lo que se hace necesario repensar cómo nos enfrentaremos a este tipo de situaciones en el futuro para no sobrecargar más al ambiente con nuestros residuos. Es por eso que este texto busca generar conciencia de que, para solucionar un problema no es necesario crear otro del cual nos vamos a tener que hacer cargo como humanidad en un futuro no muy lejano. La educación ambiental a nivel mundial es una necesidad imperiosa.