Gigantesco iceberg se desprendió en la Antártida, ¿afectará al Irízar?
Un iceberg enorme se acaba de desprender de la Antártida y viaja a la deriva. Mientras tanto, el rompehielos ARA Almirante Irízar zarpó desde Ushuaia rumbo al continente blanco y deben monitorearlo al detalle, ¿se lo encontrará cara a cara? ¿Las bases argentinas están a salvo?
El domingo 22 de enero, cerca de las 20 horas, un gigantesco témpano de hielo de 1550 kilómetros cuadrados (más de siete veces la superficie de la Capital Federal), se desprendió de la plataforma de hielo Brunt en la Antártida.
Las grietas formadas desde hace varios años que llegaban a 150 metros de espesor, han estado creciendo 4 kilómetros cada año desde el 2012, y finalmente ha terminado de colapsar por la fuerte marea del domingo, generando la ruptura final.
Si bien este hecho en particular no sorprende porque los desprendimientos forman parte del ciclo natural de dicha plataforma, según aseguran los glaciólogos, estos sucesos son monitoreados siempre por los científicos mediante el uso de imágenes satelitales.
Por supuesto que el nivel del mar no se verá afectado, porque el témpano ya estaba flotando antes de desprenderse, y aunque el ritmo de fusión sea rápido o lento, no interfiere de ningún modo porque ya está en equilibrio con la masa oceánica.
Se realiza un seguimiento de este enorme témpano de hielo para evitar inconvenientes y sorpresas en las rutas de navegación, se vigila el camino que recorre, se hacen proyecciones sobre su velocidad de desplazamiento y de derretimiento, se controla si se fractura en varias partes para evitar choques y contratiempos en las múltiples pruebas e investigaciones de campo, que son realizadas continuamente por científicos de varios países del mundo, que cuentan con bases en el continente blanco.
El cambio climático y los icebergs
Es necesario remarcar que el cambio climático con el aumento de la temperatura global incide fuertemente en la Antártida, región que se ve amenazada de distintas maneras, como te lo hemos contado en varias notas de actualidad en Meteored Argentina. Pero, en particular, “este desprendimiento forma parte del comportamiento natural de la plataforma de hielo Brunt”, según explicó el glaciólogo Dominic Hodgson, por lo tanto el cambio climático no es el responsable de este hecho puntual.
Cabe destacar que, según los datos del año pasado (febrero 2022), se registraron temperaturas récord en la zona al mismo tiempo que la extensión del hielo alcanzado el mínimo jamás registrado en 44 años de observaciones satelitales”, según Copernicus. Además, las fisuras en la plataforma aumentan desde hace una década, afirman los científicos.
El rompehielos Irízar ¿se cruzará con este iceberg?
Según dio a conocer el Instituto Antártico Argentino (IAA), el monitoreo continuo de este enorme témpano de hielo a través de las imágenes satelitales, evita que afecte la trayectoria del rompehielos ARA Almirante Irízar que zarpó desde Ushuaia este miércoles 25, hacia la Antártida.
La amenaza latente es para aquellas embarcaciones que, al verse sorprendidas por semejante bloque de hielo en medio de su ruta, deberán esquivarlo o retroceder, en la medida de lo posible, para evitar una colisión peligrosa.
El jefe del Departamento de Glaciología del IAA, Sebastián Marinsek, explicó que “hay otras imágenes del témpano circulando, pero son ópticas y tienen nubes; en cambio esta imagen tomada por el satélite argentino tipo radar es más nítida porque la luz la genera el propio satélite: envía una señal de radar, atravesando las nubes, llega hasta la superficie y vuelve, por lo que el satélite puede ver a través de las nubes”.
Los científicos argentinos del IAA explican que este desprendimiento no va a afectar a la base argentina Base Belgrano II, ubicada a 350 km, pero sí es necesario monitorear cuando pase el rompehielos Irízar para que se mantenga a una distancia prudencial. EL IAA aclara que esta información también fue confirmada por el registro sísmico en la estación sismográfica BELA, perteneciente a la Red Argentino-Italiana de Sismógrafos Antárticos (ASAIN) que opera en la Base Belgrano II.