Grave e histórica ola de calor en China lleva más de 70 días
La ola de calor que se abate en China para muchos es monstruosa. Ya supera la barrera de los 70 días con temperaturas extremas y un ambiente irrespirable de alta humedad. El evento afecta a 900 millones de personas.
La ola de calor en China, es lejos uno de los eventos meteorológicos más destacados de este 2022. De hecho, para algunos meteorólogos este evento es una de las olas de calor más extremas en la historia reciente. Y ese extremo no está dado por los valores más altos de temperatura, sino por la persitencia en el tiempo de condiciones extenuantes, con grave impacto sobre la actividad humana y económica.
Para pasar en limpio los datos, se ha superado el umbral de 70 días consecutivos con condiciones de ola de calor, o sea temperaturas ubicadas por encima del percentil 90 comparado con la serie climática. Según consigna NPR, solo esta semana más de 240 ciudades tuvieron temperaturas que superaron los 40 °C, en la mayoría de los casos con valores de punto de rocío de entre 25 y 26 °C. O sea, condiciones extremadamente húmedas. Comparando valores de temperatura y humedad, muchas ciudades de China llevan experimentando valores de sensación térmica por encima de 50 °C en los últimos dos meses, con mínimas en el entorno de 30 °C.
Y como sucesos relacionados, esta situación ha disparado la secuencia de graves incendios forestales, y ha prácticamente secado a los principales ríos del país, generando un problema generalizado de acceso al agua y a la generación de energía eléctrica. Por primera vez, el servicio de meteorología del país ha emitido un aviso de alerta nacional de sequía en nueve años. En la provincia de Hubei están tan desesperados por la falta de lluvia que esta semana han empezado a sembrar nubes para generarla. De momento nada ha podido con el super bloqueo en la circulación general que es la base de esta situación.
Medidas extremas
El alumbrado público se ha limitado al mínimo en parte de China, y en algunas grandes ciudades los propietarios de autos eléctricos no consiguen poder recargar sus baterías. El gobierno está privilegiando el uso en los hogares por sobre otro tipo de utilidades. Finantial Times repara en los 43.4 °C que alcanzó el domingo pasado la ciudad de Chengdu, lo que sumado al cuadro general del país ha secado y vaciado ríos y represas en las provincias de Hubei y Sichuan, que dependen de la energía hidroeléctrica.
De acuerdo a lo indicado por el Servicio Meteorológico Provincial de Jiangxi, el lago Poyang, el mayor lago de agua dulce de China, ha entrado en la estación seca antes de lo previsto debido al clima cálido. Este evento de calor es el más largo desde 1961, y ya ha superado al de 2013 que ostentaba ese récord. Según datos del Servicio Meteorológico de China, las temperaturas superiores a 35 ℃ han cubierto 1680 observatorios, mientras que las superiores a 37 ℃ han cubierto 1426 observatorios meteorológicos. Estas dos cifras ocupan el segundo lugar en la historia, mientras que la cobertura de temperatura por encima de 40 ℃ ha sido la mayor de la historia.
La situación general ha generado un efecto amplificador sobre el suministro de electricidad en diversas partes del país. Este golpe se suma a las extremas restricciones que venía imponiendo el gobierno en relación con el COVID, y una grave crisis del sector inmobiliario. Según indica Finantial Times, las autoridades de Sichuan han declarado este suceso como un incidente de emergencia de "nivel 1", el más alto posible, y ha enviado al menos 50 generadores móviles de otras provincias para ayudar a estabilizar el suministro eléctrico local.
La ola de calor interminable
Las autoridades chinas se han visto forzadas a suspender el suministro de energía a varias fábricas con el impacto económico que ello supone, obligando a fabricantes como Toyota y Foxconn a suspender sus operaciones en Sichuan, que tiene unos 84 millones de habitantes y es centro de la minería del litio y la producción de paneles solares.
En las ciudades de Chongqing y Chengdu se ordenó que se minimicen las luces, y los centros comerciales y edificios de oficinas han apagado la publicidad exterior luminosa y suspendido el uso de ascensores. Al mismo tiempo se les pidió a los trabajadores que pongan sus aires acondicionados a 27 °C en un intento de reducir el consumo de energía.
La mayoría de los pronósticos estiman que la situación se podrá prolongar hasta fin de mes ejerciendo mayor presión sobre la economía. Se ha generado una situación en la que se suma el golpe del COVID a raíz de las políticas aplicadas, el retroceso del mercado inmobiliario, y una ola de calor extrema. Todos estos ingredientes le están dando un gran golpe a la economía china.
Al menos 19 provincias están teniendo una demanda récord a causa del calor. Por caso, Sichuan se enfrenta ahora a las temperaturas más elevadas y a la peor sequía de los últimos 60 años, con una reducción de los recursos hidroeléctricos del 51%. Dado el hermetismo del gobierno, no hay aún datos concretos sobre el impacto que está teniendo en la salud de la población y la mortalidad asociada. De todas formas, al menos 900 millones de personas están siendo afectadas por esta monstruosa ola de calor.
Lo cierto es que esta ola de calor está confirmando lo que anticipaba un estudio de MIT en 2018, aunque a pasos acelerados, al punto de que la población está usando refugios antiaéreos para paliar el calor insoportable que les toca vivir.