Hallan posibles indicios de vida en Venus
Este lunes se anunció la presencia aparente de fosfina en la atmósfera de Venus, lo cual podría provenir de una forma de vida o de un proceso desconocido.
Meses atrás contábamos desde Meteored los misterios que esconden las nubes de Venus. A diferencia de la hostilidad que presenta la superficie de este planeta, a 50km de altura todo indica que las temperaturas y la presión atmosférica son similares a lo que experimentamos en nuestro planeta Tierra.
Este lunes, el mundo de la ciencia se revolucionó ante el anuncio de que las capas de nubes de Venus tienen la presencia aparente de fosfina, un gas existente en la Tierra. La procedencia de este gas podría deberse o a una forma de vida o a un fenómeno desconocido.
Uno de los primeros en proponer que podría haber vida en las nubes de Venus fue el científico y divulgador Carl Sagan, que en 1967 publicó un estudio en Nature especulando que podría haber seres macroscópicos del tamaño de pelotas de ping-pong.
Más de medio siglo después, un equipo de astrónomos de EE.UU. y Europa anunció que han detectado “fosfina” en la atmósfera del planeta. La fosfina es un derivado fétido y tóxico del fósforo. Se ha usado como arma, como insecticida y es un residuo de la producción de metanfetamina, una droga.
Desde hace años se sabe que los mayores planetas del sistema solar, Júpiter y Saturno, generan fosfina al unir un átomo de fósforo y tres de hidrógeno en sus capas internas, que están a más de 500 °C, en un proceso totalmente ajeno a la presencia de vida. Pero la fosfina también existe en la Tierra y su fuente principal se asocia a microbios que viven en entornos donde no hay oxígeno, incluido el fondo de algunos lagos, las aguas fecales y el intestino de animales, incluidos los humanos.
Según el nuevo estudio publicado este lunes en Nature Astronomy, la cantidad de fosfina en Venus es 10.000 veces más alta que la que podría producirse por métodos no biológicos. Los autores del trabajo han hecho una simulación de procesos que podrían producir fosfina en Venus sin necesidad de microbios venusianos, entre ellos el impacto de relámpagos, la fricción tectónica, la caída de meteoritos. Ninguno, afirman, es ni de lejos igual de posible que la presencia de microbios en las nubes de Venus que estén produciendo este gas.
Jane S. Greaves, la profesora de astronomía de la Universidad de Cardiff que dirigió el estudio, indicó que “la detección de fosfina no supone una prueba robusta de vida, sino que solo constata una química anormal inexplicada". Por ello, será necesaria una observación más precisa del fenómeno, mediante un telescopio espacial o bien una nueva visita por sonda a nuestro planeta vecino.