Histórico: adiós al kilo tal como lo conocíamos
Desde este 20 de mayo la medida de peso ya no estará basada en un objeto físico sino en una constante de la naturaleza. Otras unidades de medida también sufrirán modificaciones.
El pasado 20 de mayo, Día Mundial de la Metrología, entro en vigencia los cambios aprobados en la 26° Conferencia General de Pesos y Medidas, llevada a cabo en Francia en noviembre de 2018. Entre estos cambios, se destaca el reemplazo del prototipo de kilo utilizado desde hace 130 años para calcular el peso.
El cambio obedece a al llamado de atención que hicieron los científicos hace algunos años cuando alertaron que el kilogramo original se había modificado y pesaba unos 50 microgramos menos, algo imperceptible para la vida diaria pero con grandes consecuencias para el mundo de la ciencia.
Desde 1889 hasta esta semana, el patrón kilo estaba dado por un objeto físico: un cilindro de 4 centímetros fabricado en Londres y compuesto por un 90% de platino y un 10% de iridio. De él se hicieron seis copias que se han repartido por todo el mundo.
Este prototipo original se guarda en una caja de seguridad en Sèvres, Francia, y se encuentra protegido por tres campanas de cristal. Para abrir la caja se necesitan tres llaves, que están en manos de solo tres personas que deben estar presentes simultáneamente.
El nuevo sistema de medición
La unidad de peso estará definida ahora por constantes fundamentales y no arbitrarias. Se trata de un cambio que no se notará en la vida cotidiana pero que tiene una gran relevancia para investigaciones científicas que requieren un alto nivel de precisión.
El kilo ahora se definirá en relación a la constante de Planck, y se medirá con electroimanes. Existe una relación directa entre la electricidad y el peso, ya que la fuerza que ejerce un electroimán es proporcional a la corriente eléctrica que pasa por sus bobinas.
Por lo tanto, es posible calcular un peso, en este caso un kilogramo, midiendo la cantidad de electricidad necesaria para contrarrestar su fuerza. La constante de Planck relaciona el peso con la corriente eléctrica. Para calcularla se usa la balanza de Watt, la cual tiene un electroimán que tira de un lado de la balanza y un peso (en este caso un seria un kilo) en el otro lado.
La corriente que pasa por el electroimán aumenta hasta que los dos lados de la balanza están equilibrados. Esta corriente se puede medir con una precisión del 0,000001%.
Cambios en otras unidades
Todas las unidades se derivan de 7 principales que son el segundo, el kilo, el metro, el ampere (corriente eléctrica), el kelvin (temperatura), el mol (cantidad de materia) y la candela (intensidad luminosa).
Además del kilo, se redefinirán en esta ocasión también el ampere, el kelvin y el mol. Las otras tres unidades básicas, ya han sido reemplazadas en función de constantes de la naturaleza: el metro en 1983, el segundo en 1969 y la candela en 1975.