Histórico: despegó Alice, el primer avión totalmente eléctrico

Ya está en el aire la primera aeronave de pasajeros completamente eléctrica y sin emisiones de CO2. Cómo es esta maravilla aérea que no hace ruido y funciona como un celular.

Alice
Alice, el primer avión totalmente eléctrico.

Es una nueva página en la historia de la aeronáutica. La semana pasada, desde el Aeropuerto Internacional del Condado de Grant en Washington, despegó Alice, el primer avión completamente eléctrico de la historia.

Así quedó consumado el mayor avance en la carrera hacia los vuelos limpios: cero emisiones de dióxido de carbono. “No habíamos visto cambios en la tecnología de propulsión de una aeronave desde que pasamos del motor de pistón al motor de turbina. Fue en la década de 1950 cuando se vio por última vez una tecnología completamente nueva como esta”, dijo Gregory Davis, presidente de Eviation Aircraft, la compañía a cargo del proyecto. “Esto es histórico”, agregó.

En su primer despegue, Alice voló durante 8 minutos; alcanzó más de 1000 metros de altura y una velocidad de 273 km/h. “Fue un vuelo maravilloso” dijo Steve Crane, el piloto a cargo del vuelo inaugural. A diferencia de los aviones a turbina, Crane describió el sonido del Alice como “apenas un zumbido”, señalando así la menor contaminación sonora que produce esta nueva tecnología de vuelo.

La aeronave tiene capacidad para 9 pasajeros y opera con dos motores eléctricos de 640 kilovatios. Su funcionamiento es similar al de un auto eléctrico o un teléfono móvil, y requiere 30 minutos de carga. Puede recorrer unos 800 km a una velocidad máxima de crucero de 460 km/h. Tiene un sistema de control de vuelo totalmente electrónico, fly-by-wire, complementado con pantallas táctiles.

Además de la versión para 9 pasajeros que debutó la semana pasada, hay otras dos versiones de Alice en fase de prototipo. Una versión ejecutiva, más espaciosa, para 6 pasajeros; y una de carga, de 12,7 metros cúbicos “Se trata de cambiar la forma en que volamos. Se trata de conectar comunidades de manera sostenible, y obviamente estamos radiantes de orgullo”, afirmó Davis.

Su funcionamiento es similar al de un auto eléctrico o un teléfono móvil, y requiere 30 minutos de carga. Puede recorrer unos 800 km a una velocidad máxima de crucero de 460 km/h.

El de la semana pasada fue el primero de varios vuelos de prueba que se harán antes de la certificación. Todos esperan que el Alice esté operativo en el mercado para 2027.

Aliados en el despegue de los vuelos limpios

Se estima que el sector de la aviación representa un 2,8% de las emisiones anuales de carbono, y que esta cifra ha ido en aumento a razón de un 2% anual desde el inicio de este siglo. Además, de no revertirse la tendencia, estas emisiones podrían alcanzar una quinta parte de las emisiones totales para 2050.

Frente a esto, la lista de empresas que buscan hacer una aviación más eficiente, limpia, silenciosa y económica es cada vez más larga. De hecho, Siemmes, Airbus y Rolls-Royce también están fabricando aviones eléctricos.

Varias compañías aéreas ya expresaron su interés en sumar al Alice a su flota. La empresa Cape Air -que tiene más de 400 vuelos diarios dentro de Estados Unidos- encargó 75 unidades de Alice, con las cuales podrá cubrir el 80% de sus vuelos, según afirmó. En tanto, Crossing Airlines encargó 50 aviones Alice, y DHL Express, 12 unidades, para su servicio de mensajería.

Aunque hace unos 3 años la compañía Eviation afirmó que el precio del Alice sería de 4 millones de dólares, ahora que se realizó el primer vuelo de prueba no se dieron más detalles sobre el valor del aparato. En efecto, en cuanto al aumento en el costo de las baterías, Davis dijo que “no confiaría en nada de lo que se mencionó hace unos años”.

Posiblemente, para 2027, DHL, Cape Air y Crossing deban pagar bastante más que 4 millones por cada unidad. Habrá que ver entonces cuál será el precio de un boleto en ese vuelo. Como suele suceder, pasará un tiempo antes de que estas tecnologías sean accesibles para todo el mercado aeronáutico. Pero por algo se empieza. O, en este caso, se despega.