Huracán Helene: trabajadores de una fábrica de plásticos de Tennessee murieron porque no los dejaron evacuar
Empleados de una empresa de Tennessee indican que no los dejaron evacuar en medio de las lluvias catastróficas del huracán Helene. Varios fallecieron, y un número indeterminado sigue desaparecido. Las inundaciones de este evento meteorológico no tienen antecedentes tan extremos en la región.
Es la palabra de la empresa contra la de los trabajadores. Aunque la empresa lo niega, los operarios de Impact Plastics, una fábrica de plásticos en el estado de Tennessee en Estados Unidos, declararon que los gerentes no dejaron que los empleados se fueran. De momento la justicia está trabajando en el caso, pero las primeras evidencias parecen darle la razón a los trabajadores.
De acuerdo a lo reportado por The Guardian, varios empleados de esta fábrica de plásticos en el este de Tennessee murieron durante el huracán Helene y un número importante están desaparecidos. El saldo que ha dejado Helene es catastrófico, aun por encima de otros huracanes históricos. El hecho de que en el país esté en marcha la campaña presidencial ha hecho para muchos que la información no fluya como debiera.
A medida que bajan las aguas comienzan a aparecer las personas desaparecidas. Hasta mediados de la semana el número de muertos alcanzaba casi a las 130 personas, pero los rescatistas creen que ese número puede ser sensiblemente mayor. Al inicio de la semana se indicaba que el número de desaparecidos era de 1.000 personas. Con el correr de los días muchos fueron encontrados, pero de la mayoría no se sabe nada.
Personas versus cosas
Siguiendo el reporte de The Guardian, Impact Plastics confirmó que hubo víctimas mortales en su planta en Erwin, pero no dijo cuántas personas habían muerto. La empresa dijo que había empleados desaparecidos y fallecidos, así como un contratista. Según declaraciones logradas por Knoxville News Sentinel, Jacob Ingram, trabajador de la empresa, indicó que “cuando comenzó la inundación, los gerentes ordenaron a los empleados que alejaran sus autos del agua que subía, pero no los dejaron irse”.
Ingram continuó señalando que “deberían haber evacuado cuando recibimos las advertencias de inundación repentina y cuando vieron el estacionamiento. Cuando movimos nuestros autos, deberíamos haber evacuado entonces. Les preguntamos si debíamos evacuar, y nos dijeron que todavía no, que no era lo suficientemente malo”. Y allí se abre un debate que ha ocurrido en otras situaciones con pérdidas de vida y la interpretación de los avisos de alerta.
Más allá de cómo la empresa ha manejado la cuestión humana versus la económica, muchos tomadores de decisión a veces no comprenden que el momento extremo no debe considerarse solo para la ubicación concreta. Porque esos empleados tienen que regresar a sus casas, y las cosas pueden tornarse peligrosas en particular. Todo parece indicar que se podría haber privilegiado los bienes a las personas
El valor no reconocido de los avisos de alerta
El relato del operario Ingram continuó indicando que “cuando fue lo suficientemente malo, ya era demasiado tarde, a menos que tuvieras un vehículo con tracción en las cuatro ruedas”. Esta persona y otros 10 empleados intentaron irse refugiándose en un camión de plataforma abierta. Los escombros golpearon el camión, hicieron que dos personas cayeran al agua y finalmente hicieron que el camión volcara.
Por el lado de la empresa se indicó que “cuando el agua comenzó a cubrir el estacionamiento y la vía de servicio adyacente, y la planta se quedó sin electricidad, la gerencia despidió a los empleados para que regresaran a sus hogares a tiempo para que pudieran escapar del parque industrial. En ningún momento se les dijo a los empleados que serían despedidos si abandonaban las instalaciones. En el caso de los empleados que no hablaban inglés, entre el grupo de gerentes que transmitieron el mensaje había empleados bilingües”.
Más allá de lo ocurrido, otra cuestión es por qué esta empresas, y tantas otras, hicieron que sus empleados vayan a trabajar cuando todos los pronósticos y alertas indicaban una alto riesgo de inundaciones catastróficos ya desde varios días antes. Como sea, esa responsabilidad está siendo analizada por la justicia. El debate de cómo se deben manejar los avisos de alerta meteorológicos y los riesgos en situaciones extremas no es nuevo, y lamentablemente se siguen perdiendo vidas que se podrían haber evitado.