Ig Nobel, los galardones que te hacen "reír primero y luego pensar"
¿La barba existe para protegernos de los golpes? ¿Todos los ronroneos son iguales? ¿Los orgasmos son mejores que un descongestivo? Estas son algunas de las investigaciones ganadoras del galardón que parodia al famoso Premio Nobel.
Los Premios Ig Nobel son, indiscutidamente, una parodia estadounidense del Premio Nobel. Y aunque no son tan famosos como este último, se entregan cada año entre septiembre y octubre con el fin de reconocer los logros de diez grupos de científicos cuyas investigaciones «primero hacen reír a la gente, y luego la hacen pensar».
El evento está organizado por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (Anales de Investigaciones Improbables), son presentados en la Universidad de Harvard y tienen la particularidad de que los entregan una serie de colaboradores que incluye a auténticos Premios Nobel. Y aunque suene un poco disparatado, este evento pretende celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina, y la tecnología.
Los primeros Premios Ig Nobel se celebran desde 1991, aunque en sus comienzos eran premiados descubrimientos «que no podían, o no debían, ser reproducidos». Cada año se otorgan diez premios, que incluyen las cinco categorías del Premio Nobel (física, química, fisiología/medicina, literatura y de la paz), y además otras categorías como la salud pública, la ingeniería, la biología y la investigación interdisciplinaria. Con la excepción de tres premios en el primer año, los Premios Ig Nobel son para verdaderos logros. Y estos fueron los ganadores del 2021.
Premio en transporte: rinocerontes de cabeza
Y el estudio sobre rinocerontes, que este año ganó el premio a la investigación en transporte, hace exactamente eso. ¿Qué podría parecer más disparatado que colgar a 12 rinocerontes boca abajo durante 10 minutos? Los científicos querían saber si la salud de los animales podría verse comprometida cuando cuelgan de sus patas debajo de un helicóptero. Este tipo de transporte aéreo es usado cada vez con más frecuencia para trasladar rinocerontes entre zonas de hábitat fragmentado.
Sin embargo, nadie había realizado la investigación básica para comprobar que la función cardíaca y pulmonar de los animales tranquilizados se adaptaba sin problemas a volar en esa posición, señaló Radcliffe. El estudio mostró que es mejor para los rinocerontes ser trasladados en esta posición inusual que simplemente acostados hacia abajo o de lado.
Premio de Biología: comunicación entre humanos y gatos
Susanne Schötz de la Universidad de Lund, Suecia, ganó en esta categoría por investigar qué quieren los gatos cuando hacen sonidos. Analizó variaciones de los ronroneos, gorjeos, parloteos, trinos, murmullos, maullidos, gemidos, chillidos, silbidos, aullidos, gruñidos y otros modos de comunicación entre gatos y humanos.
Premio de Ecología: bacterias en los chicles del piso
Leila Satari y colegas ganaron por utilizar el análisis genético para identificar las diferentes especies de bacterias que residen en chicles desechados y pegados en las veredas de varios países. Según los autores, es fundamental para ciencia forense, infectología y biorremediación.
Premio de Química: el olor para clasificar películas
Jörg Wicker y sus colegas fueron galardonados por analizar químicamente el aire dentro de las salas de cine, lo que demostró que los olores producidos por una audiencia indican de manera confiable los niveles de violencia, sexo, comportamiento antisocial, uso de drogas y malas palabras que aparecen en la película que se está viendo.
Premio de Economía: políticos obesos vs corrupción
Pavlo Blavatsky y otros investigadores franceses, suizos, austríacos, australianos y checos descubrieron que la obesidad de los políticos en un país puede ser un buen indicador de la corrupción en esa nación.
Premio de Medicina: ¿puede el sexo aliviar la congestión nasal?
Olcay Cem Bulut y colegas ganaron porque demostraron que el orgasmo puede ser igual de efectivo que los fármacos a la hora de descongestionar la nariz y mejorar la respiración nasal hasta una hora después del encuentro sexual. Pero ¡ojo!, el alivio es por corto tiempo.
Premio de la Paz: barbas protectoras
Ethan Beseris y sus colegas plantearon la hipótesis de que los humanos desarrollaron barbas para protegerse de los golpes en la cara.
Según esta investigación la barba puede servir, de manera similar al pelo largo de la melena de un león, para "proteger áreas vitales como la garganta y la mandíbula de ataques letales”.
Premio de Física: peatones sin golpes
Alessandro Corbetta y sus colegas ganaron por una investigación que arroja luz sobre por qué cuando nos encontramos entre una multitud de personas no chocamos los unos contra los otros. Observaron que los peatones adaptan continuamente sus caminos para caminar tratando de preservar las distancias de comodidad mutua y evitar colisiones.
Premio de Cinética: como en física, pero al revés
Hisashi Murakami y sus colegas invirtieron lo abordado por la categoría física e hicieron estudios para comprender por qué algunos de los peatones a veces chocan con otros peatones.
Premio de Entomología: cucarachas en los submarinos
El premio de entomología fue por un estudio de 1971 sobre un método para controlar las plagas de cucarachas de un submarino. El comandante retirado de la Armada estadounidense, John Mulrennan Jr., recibió el galardón por desarrollar una técnica para deshacerse de las cucarachas en los submarinos de la Armada utilizando un pesticida llamado diclorvos, (tras comprobar, eso sí, que el óxido de etileno utilizado anteriormente era tóxico). "La Armada se alegró en su momento", señaló en su discurso de aceptación, aunque no sabe si se sigue utilizando su técnica.
La ceremonia de este año fue virtual y, como es habitual, hubo una ópera ingenieril, conferencias de 24 segundos y de 7 palabras, aviones de papel y ganadores de premios Nobel de verdad recordándonos lo sano que es que la ciencia se ría de sí misma.