Impresionante capacidad de crecimiento de las energías renovables en China

Un gran impulso para instalar paneles solares en los techos de los edificios chinos está encaminando al país hacia otro año récord en energía renovable.

El 13 de julio, el Departamento de Vivienda y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, que supervisa la planificación estratégica, anunciaron un plan para que la construcción de nuevos edificios públicos y fábricas en las ciudades estén cubiertas en un 50% por paneles de energía solar para 2025 .

Este accionar complementa una política de instalación de paneles solares fotovoltaicos en edificios existentes. En septiembre de 2021, la Oficina Nacional de Energía impulsó un plan piloto que permite a las autoridades locales establecer alianzas con desarrolladores solares y empresas estatales para cumplir con los objetivos de techos solares para diferentes sectores.

Para fines de 2023, el Gabinete propuso cubrir con paneles solares el 50% del espacio en los techos de los edificios gubernamentales, el 40% de las escuelas, hospitales y otros edificios públicos, el 30% de los espacios industriales y comerciales, y el 20% de viviendas rurales.

Según informes locales, casi todos los proyectos han comenzado y ya hay primeras señales de éxito. En el primer trimestre del año, la instalación de energía solar distribuida se triplicó a 9 GW, frente a los 3 GW del mismo período del año pasado.

En los primeros cinco meses del año, la capacidad global instalada de China fue de 24 GW, un aumento de alrededor del 140% por año. Esto fue impulsado en gran medida por bases de energía limpia, concentraciones sin precedentes de proyectos solares a gran escala en los desiertos y tierras áridas de China.

Política solar con una fuerte contribución

El esquema piloto por sí solo podría proporcionar una capacidad instalada de alrededor de 100 GW, estiman los analistas. Si la política se implementa en todo el país, eventualmente podría llegar a 600 GW. China está haciendo esfuerzos impresionantes para instalar energía solar. Tiene proyectos gigantes y proyectos más pequeños como techos fotovoltaicos.

Casi todas las superficies disponibles en China estarán cubiertas por paneles solares, con grandes proyectos cubriendo desiertos y pequeños proyectos cubriendo techos, según Xing Zhang, analista sénior del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio. El programa de techo solar sin duda ayudará a descarbonizar el sector energético de China y ayudará a la transición del sistema energético.

Este programa ha sido aclamado por la forma en que proporciona una política de arriba hacia abajo, de manera descentralizada. David Fishman, consultor del sector energético del grupo chino Lantau, dice que las autoridades locales y las empresas juegan un papel crucial en la identificación de propietarios de edificios para albergar los paneles y organizar los contratos.

Una vez que se obtienen los permisos, los actores locales pueden vender el proyecto a desarrolladores más grandes que administran las instalaciones.

Inversión en tecnología

Cuando los desarrolladores se involucran, pueden elegir entre dos modelos: los residentes compran los paneles y venden la energía al desarrollador, o el desarrollador alquila el espacio del techo a los propietarios y es dueño de los paneles.

Se prefiere la primera opción ya que los residentes rurales tienden a cuidar mejor los paneles solares cuando los tienen, ya que en algunos casos los residentes rurales los usan para tender la ropa o secar o granos. La mayor parte del costo corre a cargo de las empresas estatales y los propietarios de los edificios tienen garantizado un ingreso por la venta de energía.

Algunas empresas distribuidoras de electricidad reclamaron una ralentización en las instalaciones en las que la red no estaba preparada para un volumen de energía extra tan alto. El programa definitivamente impulsará la capacidad solar instalada de China en los próximos años.

Esta es una herramienta prometedora para ayudar a China a alcanzar su objetivo de 1200 GW de capacidad renovable para 2025. Si tiene éxito, podría convertirse en un modelo para otros países en desarrollo, ya que podría aumentar drásticamente la tasa de electrificación en las zonas rurales.