Incendio destruye las históricas estatuas de la Isla de Pascua
Más de 100 hectáreas fueron consumidas por las llamas en la Isla de Pascua y decenas de las estatuas gigantes que datan del siglo XIII quedaron comprometidas en el incendio. Aseguran que “hay daños irreparables”.
El incendio, que se desató la semana pasada y ya se encuentra controlado, afectó alrededor de 100 hectáreas y a cerca de 80 de las enigmáticas estatuas de piedra de la Isla de Pascua. Las autoridades dijeron que se cree que en algunos casos “el daño es irreparable”. La Isla tiene cerca de 1.000 de estos megalitos, conocidos como moai, cuya altura media es de 4 metros y fueron tallados por una tribu polinesia hace más de 500 años.
“El incendio a los moáis es muerte en vida. Los moais son nuestros ancestros, no es el monumento de la plaza Baquedano. Es la imagen, el alma del pueblo Rapa Nui. Que existan esos monumentos ahí es una lección de humanidad en el sentido de lo científico, de lo práctico, de la logística, de lo místico, de la planificación, y en el sentido de las deidades”, aseguró el alcalde de la isla, Pedro Edmunds.
Las llamas comenzaron el martes alrededor del volcán Rano Raraku, uno de los más importantes de la isla, y donde se encuentra la cantera en la que se fabricaban las históricas piezas. El incendio progresó durante horas sin control debido a los fuertes vientos y a la complejidad del terreno, ya que la zona es inaccesible y los bomberos tuvieron que acercarse a pie para contener las llamas.
Hoy, la imagen es entristecedora. Hay moáis totalmente carbonizados y otros que aún se desconoce la afectación del fuego, que acelera el proceso de que la piedra se convierta en arena. “Por fuera muchos se ven bien, pero el craqueo está por dentro”, explicó Edmunds. Además, el alcalde atribuyó el origen de las llamas a una quema de pastizales “que hacen algunos criadores de caballos y de vacas en la isla. Es algo histórico, siempre hay alguien que lo quema”.
La Isla de Pascua o Rapa Nui, que depende del turismo, es una franja de unos 100 km cuadrados en el océano Pacífico, a más de 2.000 km de la costa continental de Chile. Reabrió hace solo tres meses luego de su cierre sanitario por la pandemia de covid-19, pero ahora nuevamente fue clausurada para que un equipo de expertos en conservación examine el alcance del daño.