Incendio en El Bolsón: llegó la lluvia, pero el viento podría complicar aún más las tareas de los brigadistas

Los incendios en El Bolsón dejaron una gran destrucción de la zona de bosques y evacuaciones masivas. Ayer por la noche, la llegada de la lluvia trajo alivio, pero la emergencia continúa con focos activos y condiciones climáticas adversas.

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Más de 400 bomberos y voluntarios trabajan incansablemente para contener el fuego en El Bolsón. Gentileza: Ejercito Argentino

Los incendios en El Bolsón provocaron una crisis sin precedentes en la Patagonia, afectando a miles de personas y destruyendo vastas áreas de bosque nativo. Durante días, las llamas avanzaron sin control, obligando a evacuaciones masivas y causando pérdidas irreparables.

Sin embargo, en medio del desastre, la lluvia finalmente llegó a la región, brindando un respiro a brigadistas y habitantes, quienes salieron a las calles a celebrarlo con lágrimas y aplausos.

A pesar del alivio momentáneo, la emergencia sigue vigente: los incendios consumieron miles de hectáreas y dejaron a cientos de familias sin hogar. Mientras tanto, las condiciones climáticas continúan representando un desafío para los equipos de emergencia que luchan por contener los focos aún activos.

Avance del fuego: evacuaciones y una víctima fatal

El incendio comenzó el 30 de enero en cercanías de El Bolsón, en la provincia de Río Negro. La combinación de altas temperaturas, vientos intensos y una sequía prolongada favoreció su rápida propagación, alcanzando áreas habitadas en los parajes de Loma del Medio y Río Azul.

Sólo en esta zona, las llamas destruyeron alrededor de 3.400 hectáreas de vegetación, dejando a su paso un escenario desolador y afectando gravemente la biodiversidad de la región.

La velocidad con la que el fuego avanzó obligó a las autoridades a ordenar la evacuación de varios sectores. Según los últimos reportes, alrededor de 1,000 personas debieron abandonar sus hogares para resguardarse en refugios temporales.

Además de la destrucción de la flora y fauna local, el incendio tuvo un alto costo humano ya que al menos 120 viviendas fueron completamente consumidas por las llamas, dejando a sus habitantes sin un lugar donde vivir. Lamentablemente, también se reportó la muerte de un hombre de 84 años, quien no logró escapar a tiempo cuando su casa fue alcanzada por el fuego.

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Equipos de emergencia, apoyados por aviones hidrantes y helicópteros, combaten los incendios en terrenos de difícil acceso. Gentileza: Ejercito Argentino

Los incendios no solo afectaron a El Bolsón. En las últimas semanas, otros focos se registraron en diferentes puntos de la Patagonia, generando una crisis ambiental y social de gran magnitud.

La lucha contra el fuego y la llegada de la lluvia

El combate contra los incendios requirió un despliegue masivo de recursos. Más de 400 brigadistas, bomberos y voluntarios trabajan día y noche para frenar el avance del fuego en El Bolsón. La operación cuenta con el apoyo de tres aviones hidrantes, cuatro helicópteros y cerca de 50 unidades móviles, incluyendo autobombas y cisternas.

Las condiciones climáticas adversas complicaron las tareas de control. La escasez de agua, sumada a los fuertes vientos, hizo que la contención de las llamas sea una tarea titánica.

En este contexto, la llegada de la lluvia en la noche del domingo trajo un alivio inesperado. Luego de días de angustia, muchos vecinos de El Bolsón salieron a las calles para festejar la caída de las primeras gotas, un milagro en medio del desastre.

Si bien las precipitaciones ayudaron a reducir la intensidad de algunos focos, no fueron suficientes para extinguir completamente el incendio. Los brigadistas continúan trabajando en las zonas más críticas, intentando sofocar las llamas antes de que vuelvan a intensificarse.

Alerta meteorológica: el viento como nuevo desafío

Aunque la lluvia trajo cierto alivio, la amenaza no desaparece. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarilla por fuertes vientos del oeste para la región cordillerana de Río Negro, incluyendo El Bolsón.

Según el pronóstico, se esperan ráfagas de hasta 95 km/h, en la zona. Esto representa un riesgo de reactivación de los incendios en áreas donde el fuego aún no fue completamente sofocado.


Las autoridades pidieron a la población mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales, evitando actividades al aire libre y asegurando elementos que puedan ser desplazados por el viento. Además, se insta a la comunidad a "no bajar la guardia" y a mantenerse alerta ante posibles nuevos focos ígneos.

La lucha que aún no termina

La llegada de la lluvia trajo un momento de alivio para los habitantes de El Bolsón, pero la emergencia está lejos de haber terminado. Mientras los brigadistas siguen combatiendo los focos activos, las familias damnificadas intentan reconstruir sus vidas tras la devastación.

El fuego esta dejando una marca profunda en la Patagonia. Si bien no es momento de hacer cálculos o estimaciones de daños, queda claro que la reconstrucción será un proceso largo y costoso para toda la región.