Incendios forestales: contundente aporte a las emisiones de carbono
Este verano 2022 las emisiones de carbono (GEI) provenientes de los incendios forestales resultaron las más elevadas de los últimos 20 años. Te contamos todo sobre el ciclo destructivo que alienta a la crisis climática.
Hablar de incendios forestales es abrir un abanico de múltiples problemáticas, todas ellas forman parte de un círculo vicioso que tiene en común un escenario final negativo y cada vez más peligroso que atenta contra la vida de este planeta.
Los incendios forestales lamentablemente son cada vez más frecuentes, más destructivos y difíciles de combatir alrededor de todo el mundo. La mayoría de estos focos suelen iniciarse de manera intencional o por negligencia del accionar humano, y en menor medida de manera natural por la caída de un rayo a tierra, por ejemplo.
Si nos centramos en este último verano 2022 del hemisferio norte, las condiciones meteorológicas han sido realmente adversas. Por ejemplo, países de Europa Occidental como Portugal , España y Francia , fueron tapa de todos los diarios por atravesar olas de calor muy intensas, más extensas y frecuentes, junto con las prolongadas condiciones de sequía que sufre la región, animando así a la fácil propagación de los fuegos.
El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus ( CAMS ) , destacó que al darse cuenta de esa combinación letal, las consecuencias negativas causadas por estos incendios forestales han ido en aumento lamentablemente y contribuyen a la crisis climática que atravesamos .
Incendios forestales son causa/efecto de la crisis climática
Los daños causados son cuantiosos, algunos de ellos directos e instantáneos, como la lamentable pérdida de vidas humanas, la biodiversidad totalmente destruida e irrecuperable tanto de la flora como de la fauna, los paisajes arrasados por las llamas, y cuando se trata de incendios de interfase también genera daños graves en infraestructuras con la consiguiente pérdida económica.
Pero existen otros daños causados por los mismos incendios forestales que no se perciben instantáneamente y son igualmente devastadores. Se trata de las emisiones de carbono que generan estos incendios y contribuyen negativamente a la crisis climática.
Según el informe del IPCC, los incendios forestales generan hasta un tercio de las emisiones de carbono de los ecosistemas globales, un fenómeno que intensifica el cambio climático porque emite GEI y agrava sus efectos , entre los que cabe destacar el aumento en la virulencia y la capacidad de devastación de los propios incendios. Se activa entonces un proceso de realimentación negativa que agrava cada vez más la crisis ambiental.
Incendios forestales: las peores emisiones de carbono en 20 años
Por la magnitud y cantidad de focos de incendios del sudoeste de Francia y la Península Ibérica este verano 2022, las emisiones de carbono (GEI) provenientes de los incendios forestales resultaron las más elevadas de los últimos 20 años .
Según el análisis de las imágenes satelitales y el seguimiento de los fuegos que realiza el Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios del CAMS, las emisiones totales de los incendios forestales registrados en la Unión Europea y el Reino Unido desde el 1 de junio hasta el 31 de agosto de 2022 han sido de 6,4 megatoneladas de carbono y eso deja al 2022 en el nivel más alto alcanzado para estos meses desde el verano de 2007.
Humo, ¿responsable de la falta de lluvia?
Otra consecuencia muy grave que dejan los incendios forestales es el humo, pero no hablamos solamente del humo que atenta contra la salud (el que entra en contacto con nuestro sistema respiratorio y ocular) como una amenaza directa e instantánea, sino que hablamos del efecto que podría llegar tener el humo (según algunas investigaciones recientes), en la formación de las gotas de nube y consecuentemente en las gotas de lluvia.
Según recuerda el informe de NatGeo, un trabajo del 2021 publicado en la revista Geophysical Research Letters, destaca que las partículas de humo hacen que algunas nubes sean más densas y más compactas con gotitas diminutas, una combinación que significa que es menos probable que el agua en ellas caiga en forma de lluvia. Y esa falta de precipitaciones a su vez eleva nuevamente el riesgo de incendios, un círculo vicioso nefasto.
La vegetación seca se convierte en nuevo material combustible listo para arder y es así como los fuegos cobran mayor intensidad, se propagan más rápido y aumentan su capacidad de destrucción en un ciclo devastador.
Otro ejemplos y caso de estudio fue realizado con lo ocurrido en Indonesia, cuando se dio una intensa sequía luego de los enormes incendios del 2015, que arrasaron más de un millón y medio de hectáreas de selva. Al parecer, algunos análisis meteorológicos posteriores demostraron que las altas concentraciones de humo provocaron la formación de las denominadas "nubes estériles", que reduce la cantidad de lluvia, causa principal de la grave sequía post incendios. Estos trabajos son casos de estudios puntuales, no es correcto hacer relaciones comparativas para otras zonas del globo, ya que son muchos los factores que se combinan en la naturaleza para dar resultantes.