Invasión de arañas en el Ártico
Las arañas lobo están viviendo un boom demográfico sin precedentes. Las temperaturas cálidas y primaveras más largas en el Ártico crean un ambiente propicio, no solo para el nacimiento de estos artrópodos, sino también para que sean cada vez más grandes.
En el Ártico, los veranos eran tan cortos que las arañas lobo no tenían tiempo suficiente para reproducirse más que una vez al año. Pero los científicos de la Estación de Investigación Zackenberg, que estudian esta araña lobo (Pardosa glacialis) desde 1996, ahora no están tan de acuerdo de eso. Los veranos más largos y las temperaturas más altas están causando impactos en el medio ambiente ártico.
Ellos estuvieron atrapando y estudiando las arañas de Groenlandia durante casi 20 años, y descubrieron que, durante años cálidos con un rápido deshielo, las arañas producían antes su primer puesta de huevos y tenían más tiempo para tener un segundo apareamiento. Además, también notaron que las arañas habían acortado el tiempo de preparación para copular nuevamente. Es normal que las arañas que habitan en climas relativamente suaves se reproduzcan varias veces al año y que necesiten cerca de un mes para volver a copular, pero las del Ártico ahora sólo necesitan 20 días.
Las temperaturas promedio aumentaron 5 °C entre 1971 y 2019, según un informe publicado por el Programa de Monitoreo y Evaluación del Ártico. "Las temperaturas del Ártico están aumentando actualmente al doble del promedio mundial, y las proyecciones climáticas indican que continuará calentándose a un ritmo más alto que el resto del mundo, lo que conducirá a temporadas de apareamiento de arañas más largas", dijo Toke Hoye, autor principal del estudio.
El gran problema con esta explosión demográfica es que estos artrópodos están en lo alto de la cadena trófica de los invertebrados y no tienen ningún tipo de depredador natural en el Ártico. Los ecosistemas de esta región se modifican constantemente, y el equilibrio ecológico está cambiando. Debemos reforzar los esfuerzos para entender cómo cambia el clima y las especies, porque lo están haciendo mucho más rápido de lo que somos capaces de comprender.
Cambios en el tamaño y en la dieta
El cambio climático no solo afecta la densidad de población de la araña lobo, sino también su tamaño. Las investigaciones también mostraron evidencias de que las arañas hembras ahora eran más grandes, y que esto podría estar relacionado con un cambio en su dieta: el canibalismo.
El alimento y los espacios en el ártico no son infinitos. Las arañas lobo no hacen telarañas, sino que cazan presas en el suelo, comen principalmente insectos que viven en la superficie y otras arañas. En 2018, los investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis descubrieron que las arañas lobo árticas comían menos cantidades de un pequeño animal llamado colémbolos, y en su lugar se alimentaban de otras arañas.
Donde las arañas eran más grandes y las tasas de reproducción más altas, se comían entre sí con más frecuencia. Es probable que el cambio en la dieta sea un reflejo de una mayor competencia entre las arañas por los recursos. Los resultados de este estudio son un recordatorio de que los cambios en el tamaño corporal de los invertebrados impulsados por el cambio climático podrían tener consecuencias ecológicas generalizadas, incluidos cambios en la competencia intraespecífica, la dieta y la estructura de la población.