La bacteria "come carne" no es un mito... ¡es más común de lo que creemos!
Es la bacteria Vibrio vulnificus, y ha encendido las alarmas sanitarias en Estados Unidos. Veamos cómo actúa, sus síntomas y cómo evitar ser infectados por ella.
Un preocupante brote de infecciones causadas por la bacteria 'Vibrio vulnificus' en las últimas semanas, ha generado alarma las autoridades sanitarias y en la población de diferentes estados en los Estados Unidos.
Es que este microorganismo, comúnmente llamado 'bacteria come carne', ha causado la muerte de ocho personas por la infección de este patógeno, cinco de ellos en el estado de Florida y otros tres en Connecticut y Nueva York.
En este tipo de infecciones es importante un buen diagnóstico, ya que suele ser difícil de diagnosticar, y es esencial actuar con rapidez para aumentar las chances de salir victorioso de esta infección.
Infecciones bacterianas “come carne”
La bacteria “come carne” causa una enfermedad llamada fascitis necrosante, una infección bacteriana rara que se extiende a lo largo de la parte del cuerpo que se infecta, se propaga sobre el músculo hasta llegar a destruir el tejido muscular. Esto sucede a una gran velocidad y puede causar la muerte.
Cualquier persona puede infectarse de fascitis necrosante, pero las personas con mayor riesgo son aquellas con defensas inmunológicas debilitadas (pacientes con cáncer en tratamiento con quimioterapia o radiaciones; receptores de trasplante; diabéticos severos; o pacientes con enfermedades articulares crónicas en tratamiento con medicamentos inmunosupresivos).
La infección normalmente empieza en el sitio de una herida localizada, sin importar el tamaño o su magnitud. El tiempo entre la aparición de síntomas y sus efectos visibles tienen un rango que varía entre unas pocas horas hasta 7 días. Por ello, para detener la infección es importante que se haga un diagnóstico preciso e inmediatamente se le dé un tratamiento con antibióticos y se intervenga quirúrgicamente a la brevedad.
¿De dónde viene la bacteria “come carne”?
Hay muchos tipos de bacteria que pueden causar la fascitis necrosante, también llamada “enfermedad devoradora de carne”.
Los expertos de salud pública señalan a los estreptococos del grupo A como la causa más común de la fascitis necrosante. Entre ellos se encuentran los Streptococcus pyogenes (también son los causantes más frecuentes de la faringitis aguda); el Staphylococcus aureus que es muy común y coloniza alrededor del 30% de las narices humanas; el Clostridium perfringens, que se encuentra comúnmente en tierra, alimentos, polvo e intestinos humanos y en animales domésticos, y la Vibrio vulnificus entre muchas otras.
La Vibrio vulnificus es una bacteria marina que se puede encontrar en aguas de todo el mundo, y proviene de la misma familia que la bacteria que causa el cólera. Puede infectar a personas que consumen mariscos; o a las personas que tengan una herida abierta y que se exponen a aguas marinas. Aunque en la mayoría de los casos los pacientes se recuperan de forma favorable, su infección puede resultar fatal para la población vulnerable, entre la que tiene una tasa de mortalidad de un 33%.
En Estados Unidos, vive en el Golfo de México y a lo largo de algunas de las aguas costeras de las costas este y oeste. Prolifera en los meses más cálidos, cuando las temperaturas del océano son más altas y por eso preocupa el aumento de este tipo de infecciones, ya que puede ser mayor su injerencia en este contexto de cambio climático.
Sólo en los Estados Unidos, causa en promedio unas 80.000 infecciones y 100 muertes al año, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Al mar, sin heridas superficiales
Durante mucho tiempo hemos creído que el agua de mar es beneficiosa para el tratamiento de heridas superficiales, ya que se supone que el agua salada tiene efectos antiinflamatorios y antibacterianos, a la par que su alto contenido en yodo acelera la cicatrización de las heridas.
Eso es válido sólo en el caso de que el agua esté esterilizada. Pero el agua marina puede albergar desde microorganismos acuáticos hasta trazas de contaminación humana, que pueden resultar fatales. Y es que las bacterias marinas constituyen la mayor parte de la biomasa del océano, por eso cada vez que tragamos agua de mar estamos absorbiendo una buena dosis de microorganismos, y por ello las autoridades sanitarias advierten a las personas que estén en contacto permanente con el agua de mar a extremar las precauciones, especialmente si se tienen heridas -e inclusive golpes- superficiales, ya que cualquier herida que esté en contacto con agua de mar o salobre puede infectarse por Vibrio vulnificus.
También se desaconseja comer ostras crudas. Es que las ostras se alimentan al filtrar agua, y en consecuencia puede haber mayores concentraciones de bacterias en sus tejidos. Y eso aumenta el riesgo de infectarse con las bacterias o los virus que se encuentren en su interior. Si bien en la mayoría de los casos, las infecciones por bacterias del género Vibrio causadas por ostras solo provocan diarrea y vómitos, las infecciones debidas a Vibrio vulnificus pueden provocar efectos severos, tales como infecciones sanguíneas y lesiones graves con ampollas en la piel.