La carga emocional del cambio climático
La incertidumbre generada por los eventos que el cambio climático produce y producirá en el futuro han disparado los índices de problemas psicológicos en importantes sectores de la sociedad. Varios estudios científicos confirman esta tendencia.
Un informe emitido por la Asociación Americana de Psicología (APA) aborda el costado psicológico y la carga emocional generada por el cambio del clima. De acuerdo este estudio, muchas facetas del cambio climático están generando cuadros de ansiedad y depresión en importantes sectores de la sociedad.
Más allá de las personas directamente afectadas por fenómenos relacionados con la variabilidad del clima, con fenómenos extremos y devastadores, otras personas más sensibles muestran cuadros psicológicos ante los datos que muestran un aumento de las variables que tendrán un impacto directo en el clima en las próximas décadas.
De acuerdo lo publicado por NBC News, las condiciones de tiempo severo están incrementando efectos sobre la salud mental asociados con depresión y resignación por el futuro. Al ser consultadas, muchas personas sienten falta de esperanza al ver que más allá de lo que hagan, las soluciones parecen cada vez más complejas.
Ansiedad entre los efectos más notorios
El informe de APA establece que más allá del trauma generado a personas afectadas por eventos violentos y severos, los cambios a largo plazo también están afectando a sectores más sensibles de la sociedad, que no ven una salida al problema, al menos en el lapso de tiempo de sus vidas.
Varias ciudades en diferentes lugares del planeta ya han tenido que enfrentar situaciones graves por falta de agua, lo que ha impactado emocionalmente a sus comunidades. Un reciente informe de Naciones Unidas avalado por científicos de todo el mundo, ha establecido que con el escenario actual, para 2040 los efectos a nivel global se potenciarán notoriamente.
El claro incremento en la intensidad y duración de sequías que propician enormes incendios forestales en California, han llevado a muchas familias a perder sus hogares, con el consecuente daño psicológico de estos eventos. Y los pronósticos para el futuro no parece más que profundizar las condiciones que los hacen posible.
La necesidad de retomar la esperanza
El Climate Change Communication de la Universidad de Yale, en abril de 2018 había alertado en un estudio que la sensación de ansiedad relacionada al cambio climático está creciendo notoriamente en Estados Unidos. Un relevamiento generado al respecto indicaba que en 2010 el 49 % de los encuestados reconocían que el cambio climático les genera ansiedad, mientras que para inicios de 2018 ese número había crecido al 62 %.
Un 21 % reconocía sentirse “muy preocupado” sobre las implicancias del cambio climático, lo que duplica el resultado de estudios similares en 2015. El dato más relevante es que sólo el 6 % cree que el ser humano puede y finalmente va a lograr revertir el cambio climático. O sea que la mayoría expresa poca esperanza de que se logren cambios reales.
Este tipo de investigaciones demuestran que las implicancias en la salud de las personas de eventos relacionados con el clima pueden potenciarse y ser muy profundas. Es esencial que la falta de esperanza se revierta para que cada ser humano sea realmente protagonistas de los cambios que son necesarios.