La ciencia se hace preguntas sobre Papá Noel
Desde el reno Rodolfo hasta la tradición de las luces navideñas. La ciencia siempre sintió curiosidad sobre las historias de Papá Noel y se hace preguntas sobre distintas cuestiones que rodean a la Navidad. Hoy te contamos algunas curiosidades sobre esta fecha.
La Navidad y sus colores tienen el poder de cambiar nuestro estado de ánimo, transmitir sensaciones y emociones, y ser una época especial para los niños. Está repleta de tradiciones, algunas no tan antiguas, como el uso de las luces navideñas que fueron introducidas a la Navidad en 1880 por el científico Thomas Edison. Y de esta forma, se reemplazó una tradición bastante peligrosa de encender velas alrededor de un árbol seco muy inflamable, por otra un poco mas tecnológica.
Pero sin darse cuenta, Edison también incorporó un nuevo problema que nos trae bastante dolor de cabeza cada 8 de diciembre: desenredar las luces del arbolito. No importa lo cuidadosos que seamos al guardarlas, siempre hay que desenredarlas. Los científicos pasaron un montón de tiempo pensando por qué pasaba esto, y descubrieron que respondía a ciertas leyes naturales, algo que en física se conoce como entropía. En 2007 demostraron que cualquier cuerda o hilo con una longitud mayor a 2 metros probablemente se enrede. De hecho, encontraron solo 1 forma de guardarlas sin enredarlas contra casi 1 trillón de formas de que se enreden.
Una de las preguntas que pudo responder la ciencia, no es sobre la existencia de Papá Noel, sino la identidad de sus renos. El más famoso es Rodolfo (o Rudolph como se lo conoce en otros países), pero quizás deberíamos llamarlo Rodolfa, ya que son mujeres. La prueba está a la vista. Los renos machos pierden su cornamenta entre noviembre y diciembre en un proceso natural que se conoce como desmogue. Así que las únicas que poseen astas en esta época del año son las hembras, con el fin de proteger a sus crías.
¿A qué velocidad viaja Papá Noel?
Quizás una de las incógnitas más grandes es cómo hace Papá Noel para repartir todos los regalos a tiempo. La ciencia tiene algunas hipótesis. El Sr. Noel tiene conocimiento sobre los husos horarios y la rotación del planeta, así que sabe que si da la vuelta al mundo girando hacia el oeste tiene 32 horas para repartir regalos, en vez de las 24 horas que tendría si partiera hacia el este.
También está la hipótesis de que los renos tienen supervelocidad. Asumamos que Papá Noel debe llevarle regalos a 2,2 billones de niños a un promedio de 2,3 niños por hogar, lo que significa que debe hacer 944 millones de paradas para dejar regalos. Hay 63,7 millones de km cuadrados de tierra habitada en el planeta, lo que da en promedio que debe hacer una parada para entrar en una chimenea -o ventana- cada 0.067 km cuadrados. Haciendo cálculos rápidos, en promedio, el trineo se mueve a casi 3000 km por segundo. A esa velocidad viajar de Buenos Aires a Ushuaia llevaría un segundo.
Esto desencadena otros interrogantes, como ¿de qué material es el traje rojo para no volverse inflamable por el rozamiento del aire cuando viaja a tanta velocidad?, o ¿de dónde saca la energía o combustible para viajar tan rápido? Sin duda, no nos queda otra que creer que Papá Noel está lleno de misterio y de magia, especialmente teniendo en cuenta que para soportar la aceleración extrema de ese trineo debe superar una fuerza enorme. El cuerpo del señor Noel tiene que sentir una sensación similar a la que nos “pega” en el asiento cuando arranca el auto, pero multiplicada millones de veces. Esta fuerza es tan intensa que debería aplastarlo hasta convertirlo en una gelatina. Literalmente.