La gran riqueza del Mar Argentino vista desde el espacio
El Mar Argentino es una extensión de la Pampa Húmeda en cuanto a la riqueza que contiene. El fitoplancton es fuente de alimento a gran parte de la cadena alimentaria. En primavera su florecimiento en cantidad es notorio.
El fitoplancton es fundamental en la cadena alimentaria de los ecosistemas acuáticos, y a veces se lo llama "la hierba del mar". Al igual que las plantas verdes de la tierra, estos organismos flotantes y microscópicos desempeñan varias funciones clave para hacer posible la vida en la Tierra. En primer lugar, son una fuente de alimento para el zooplancton, los mariscos y las criaturas marinas que acaban convirtiéndose en alimento para otras criaturas más grandes.
También producen una cantidad considerable de oxígeno en nuestros océanos y en la atmósfera, por lo que en justo equilibrio son esenciales en la estabilidad climática. Esto es así porque ayuda a eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, consumiéndolo durante la fotosíntesis y hundiéndolo en las profundidades del océano en células en descomposición y materia fecal de la vida marina, un fenómeno que se conoce como nieve marina.
Y una de las zonas más importantes de producción de fitoplancton está justamente frente a nuestras costas, en el Mar Argentino. Las imágenes aportadas por Earth Observatory muestran que en este enero de 2022, el océano Atlántico frente a Argentina estaba repleto de fitoplancton, como ocurre en la mayoría de los veranos australes. El 24 de enero, el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) del satélite Terra de la NASA adquirió una imagen en color natural de las floraciones que se extendían a lo largo de cientos de kilómetros, una imagen que muestra la enorme riqueza del océano y de la importancia que tiene para el planeta.
Imágenes satelitales para observar la riqueza marina
Una secuencia de imágenes de primer plano capturadas por el sensor MODIS del satélite Aqua muestra que se han estado observando floraciones casi continuas en la zona desde finales de noviembre. No es posible detectar especies específicas desde el espacio, pero las rayas y remolinos de color aguamarina son probablemente cocolitóforos. Este es un tipo de fitoplancton con caparazones microscópicos de calcita que dan al agua un color calcáreo.
Los distintos tonos de verde son probablemente diatomeas, dinoflagelados y especies afines. Los estudios realizados desde barcos han demostrado que los cocolitóforos Emiliania huxleyi y los dinoflagelados Prorocentrum sp. tienden a dominar en esta región. Las imágenes previstas para futuras misiones por satélite deberían facilitar la identificación de los tipos de fitoplancton desde el espacio, algo importante para comprender como funciona la vida marina a ese nivel microscópico.
Esto permite que Argentina conozca con mayor detalle todo el recurso disponible, ya que su presencia condiciona a todo el hábitat del mar. Las manchas de color no sólo revelan la presencia de fitoplancton, sino que también trazan los bordes de los remolinos y corrientes dinámicas que los transportan. Frente a las costas de Argentina, Uruguay y Brasil, las corrientes cálidas de los trópicos fluyen hacia el sur y se encuentran con las corrientes más frías que fluyen hacia el norte desde el Océano Austral. Se encuentran en un lugar conocido como la Confluencia Brasil-Malvinas.
El aporte de los ríos y del viento patagónico
A la turbulenta intersección de corrientes llegan al menos siete masas de agua diferentes, con distintas temperaturas, profundidades y salinidad, lo que provoca una mezcla vertical y horizontal. Con toda esta agitación, además de los flujos de salida ricos en nutrientes de los ríos como el Río de la Plata y el polvo arrastrado por el viento desde la Patagonia, esta zona del océano es increíblemente productiva y alberga una de las pesquerías más ricas del mundo.
Los nutrientes que aporta el Río de la Plata suman los aportes de ríos como el Paraná, el Uruguay, y los cursos que traen agua desde tan al norte como Brasil. Por caso, el río Paraná, el segundo más largo de Sudamérica después del Amazonas, suministra tres cuartas partes del agua dulce que ingresa al estuario, y el resto llega desde el río Uruguay.
Este aporte de nutrientes al mar permiten establecer cuál es el impacto de sequías o lluvias en la cuenca. La tierra vegetal que se desprende de los campos de cultivo aguas arriba y que fluye hacia el Paraná como resultado de las tormentas de lluvia probablemente producen la coloración más oscura que obtiene el río de la Plata. Otro factor saliente, es el aporte de nutrientes por el polvo que levanta el viento en la región patagónica que llega a penetrar cientos de kilómetros en el océano.