La Hora del Planeta: ¿Y qué pasa con las otras 8.759 horas del año?
Este sábado, 27 de marzo, la humanidad demostrará su aprecio por la biodiversidad apagando las luces de edificios, monumentos y hogares durante una hora. Es un gesto, y se agradece, pero qué ocurre con nuestros hábitos el tiempo restante.
Cada gesto en beneficio de la vida sobre la Tierra (biodiversidad) es necesario, incluso, urge sumarlos en mayor cantidad, amplitud y frecuencia. Es más, se requiere que esos gestos los transformemos en hábitos, en una manera de vivir. Pero mientras eso no ocurra, al menos mayoritariamente, cada paso que se dé en esa dirección se agradece. Uno de ellos es La Hora del Planeta.
¿De qué se trata? Es una acción voluntaria que surgió en Sidney, Australia, en 2007, “para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Un sencillo gesto que consiste en apagar las luces de edificios y monumentos durante una hora”, afirma World Wildlife Fund (WWF), la organización conservacionista que promueve la iniciativa.
La Hora del Planeta 2021 nos invita a que apaguemos las luces en nuestros hogares este sábado 27 de marzo a partir de las 20.30 horas de Argentina (23.30 UTC) durante 1 hora como “un símbolo con el que queremos recordar que la naturaleza es el sistema de soporte vital del planeta, que nos brinda todo lo que necesitamos, desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos, y que debemos defenderla ahora para salvaguardar la salud de nuestro planeta y, a su vez, nuestra propia salud y bienestar”, remarca WWF, institución que surgió en Zurich, Suiza, en 1961.
Esta iniciativa se concreta en cerca de 200 países y, el año pasado, se apagaron las luces en más de 17 mil monumentos en el mundo, incluso, de edificaciones tan simbólicas como la Torre Eiffel en París, Francia, o el Coliseo en Roma, Italia.
“2021 es decisivo en la protección de la naturaleza, ya que los líderes mundiales tomarán decisiones políticas clave sobre la acción climática, el desarrollo sostenible y la naturaleza. En mayo se realizará la Cumbre sobre la Biodiversidad en Kunming, China, y luego, la Cumbre sobre el Clima de noviembre en Glasgow, Escocia. Estos serán momentos fundamentales para lograr un plan global ambicioso para transformar la relación de la sociedad con la biodiversidad y garantizar que, para 2050, se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza”, remarca la organización conservacionista.
Hasta que se haga costumbre
En promedio, el año cuenta con 8.760 horas. Este sábado, 27 de marzo, muchos reflexionarán con respecto a la crisis climática y ecológica que padece la Tierra durante La Hora del Planeta, pero ¿qué ocurre con nuestros hábitos durante el tiempo restante?
Ese es el gran desafío, más aún, al considerar el letargo de los líderes mundiales al momento de concretar las medidas pertinentes para frenar en parte el daño que nuestra actividad le está causando, día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, a la biodiversidad y, por ende, a la misma existencia de los seres humanos. Por lo mismo, con 1 hora no basta.
¿Qué hacer a nivel ciudadano? Lo primero es EDUCAR, conversar, informar. Llevar a la mesa estos temas en el ámbito familiar, de los amigos, de la comunidad. Porque si concretamos ese primer desafío podremos pasar, con los fundamentos y el conocimiento necesarios, al segundo escalón: EXIGIR. Exigir a quienes gobiernan, a quienes administran, pero también exigir a nivel local que se nos guíe a través de una forma de vida sostenible. Así, empoderados, además, podremos CAMBIAR. Sí, cambiar nuestros hábitos, porque te aseguro que hay muchas cosas que puedes hacer mejor durante tu día a día.
EDUCAR, EXIGIR, CAMBIAR, pero no durante una hora; sino que desde ahora y para siempre con TODOS. Es la única manera.