La lava llega al mar en La Palma, los vídeos del esperado "choque"

La colada de lava del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, llegó al mar en la noche del martes 28 a las 23 horas de Canarias. El contacto del material magmático con el agua ha provocado la anunciada nube de gases tóxicos que supone un riesgo para la salud en caso de contacto directo, siempre considerando zonas muy próximas al área de fricción. Tras la remisión del proceso eruptivo que se produjo en la mañana del lunes, esa misma tarde la lava reapareció por las bocas mostrando una mayor fluidez y velocidad en su movimiento, camino de las costas de Tazacorte.

Según los expertos, estos vaivenes son propios de las erupciones de tipo estromboliano. La efusividad de este volcán ya estaba fuera de toda duda tras superar en tan solo una semana la lava emanada por el volcán Teneguía de 1971, cuyo proceso vertió 43 millones de metros cúbicos de materiales en 24 días; ahora en siete jornadas las grietas han arrojado 46,3 millones de m³.

El mismo lunes, el comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias consideró que la colada ya estaba a unos 1000 metros del océano. Esa distancia se ha ido acortando rápidamente, con el magma engullendo numerosas viviendas y fincas de plátanos a su paso.

A los vecinos evacuados por los vertidos directos del volcán, en la trayectoria de la colada de lava y cercanías, se unió el lunes el confinamiento de las personas afincadas en cuatro núcleos urbanos de Tazacorte ante la posibilidad de quedar expuestas a los gases emanados por la lava en su contacto con el mar. El área de riesgo incluye a San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa.

Esa interacción da lugar a ácido clorhídrico que podría suponer afecciones, en general leves, en bronquios y ojos en el caso de quedar expuestos a la nube que se desprende del agua.