Con La Niña en los pronósticos, ¿se sembrará más o menos trigo que el año pasado?

Como es habitual para esta época del año, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentó sus estimaciones para la campaña de trigo. Hay vientos de cambio favorables para el cultivo.

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Barbecho en trigo: es importante detectar cuáles son las malezas presentes en el lote para poder controlarlas.

A pocos días del inicio de la siembra de los cereales de invierno, la campaña agrícola deja de a poco el escenario de dudas y los productores comienzan a ver algo de luz al final del camino. Es que los cambios recientes en el contexto local e internacional mejoró la relación insumo / producto que los agricultores revisan cuando planifican su inversión de cara a un nuevo ciclo productivo.

Hace tres semanas, la preocupación era evidente y sin dudas el panorama era desalentador: ningún productor podía afirmar que sembraría igual o más hectáreas en comparación con el ciclo previo. La tendencia alcista reciente en los precios de los granos y la disminución en los costos de producción permitieron mejorar la rentabilidad proyectada de los productores, creando un entorno económico más favorable.

Las lluvias de otoño complicaron la recolección de la cosecha gruesa, sin embargo ofrecen condiciones favorables para la siembra de los cereales de invierno ya que permitieron recomponer el agua disponible en el suelo.

Un punto importante en cuanto a lo climático radica en lo que vaya a ocurrir durante la primavera, que es cuando comenzaría a disminuir el régimen de lluvias y aumentarían las temperaturas respecto a los valores habituales en la mayor parte del área agrícola. La mayoría de los modelos pronostican el fenómeno de “La Niña” hacia la segunda mitad del año, la cual alcanzaría su máxima expresión hacia el verano y se extendería sobre todo el territorio nacional, donde solo algunos focos aislados del centro del área agrícola recibirían aportes normales a algo superiores a lo normal.

Buenas noticias para encarar la siembra de trigo

Los productores pueden tomar decisiones con algo de optimismo. En las últimas jornadas se recuperaron los precios del cereal, ya que la primera posición del trigo en Kansas (mercado de referencia para el cultivo) se sitúa en torno a los 252 usd/tn. Este valor representa un máximo en los últimos 6 meses: los valores aún permanecen por debajo de los precios récord de hace un año, pero no son nada despreciables en términos históricos.

La mejora de precio reciente se atribuye a la falta de precipitaciones que está afectando a importantes zonas productoras en Rusia y Estados Unidos, en un momento crítico para el cultivo en el hemisferio norte.

En cuanto a los costos de produccion, los valores de los insumos cayeron en el mismo período en que los precios del commodity subieron, con lo cual se dio una carambola desde la óptica de los agricultores. La baja de precio en los fertilizantes llegó al 7 % y los herbicidas se mantuvieron estables aunque el Gobierno acaba de anunciar una reducción de aranceles a la importación que podría tener un efecto positivo en los próximos meses.

La quita del arancel del 5,4 % para la urea y algunos herbicidas que pasaron del 35 % al 12,6 %. llevaría a una mejora del 17 % y 22 % en las relaciones insumo / producto respecto al promedio de las ultimas 5 campañas. La rentabilidad del productor experimentó una mejora significativa, con lo cual salió de una situación económicamente desfavorable y ya se sitúa en terreno positivo.

Entonces, ¿cuánto se va a sembrar de trigo?

Hay algunos aspectos que considerar. El consultor de mercados, Gustavo López, consideró que desde el punto de vista mundial, con sequía en países claves como Rusia y Estados Unidos, y con inundaciones de gran consideración en Brasil, “la oferta de trigo será relativamente limitada y la demanda sostenida, con una relación equilibrada entre el stock final y el consumo”.

Dante Romano, analista de los mercados agrícolas, aseguró que “los precios actuales se ubican en el promedio histórico de los últimos cinco años, aunque la relación de insumo producto es la más baja del promedio de los últimos diez años”. Sin dudas, las señales para encarar la siembra son sumamente alentadoras.

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Estrategias para la siembra: en los últimos 20 días cambiaron todas las variables para encarar la nueva campaña agrícola.

Con este nuevo escenario, se espera que el área sembrada de trigo para la campaña 24/25 alcance los 6,2 millones de hectáreas, con una producción estimada en 18,1 millones de toneladas. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, esto representaría un aumento del 5 % en área y del 20 % en producción respecto a la campaña anterior, que quedó marcada a fuego por la falta de lluvias y un Niño completamente demorado.

Sin embargo, los números podrían sorprender tal como ocurrió en la campaña de maíz que acaba de terminar, ya que finalmente se sembraron más hectáreas de las que se habían estimado al inicio de la campaña. De hecho, algunos consultores privados se animal a aventurar que la siembra de trigo este año podría llegar a los 6,5 millones de hectáreas, que en definitiva fue la intención de siembra de la campaña pasada.

El aporte a la economía que podría dejar el trigo

De esta manera, el valor agregado de las cadenas de trigo y cebada totalizaría 3.698 millones de dólares, incluyendo tanto la producción primaria, la provisión de insumos y servicios, el transporte y el procesamiento de granos para la producción de harina. Las exportaciones mejorarían en un 21 % con respecto a la campaña anterior, sumando 3.822 millones de dólares y la recaudación fiscal sería positiva en un 14 %, totalizando 1.231 millones de dólares incluyendo impuesto nacionales, provinciales y municipales.