La súper erupción en Tonga podría agravar el efecto invernadero terrestre
Un reciente estudio sugiere que los 146 mil millones de litros de vapor de agua expulsados a la atmósfera podrían llegar a alterar el clima de la Tierra, con un calentamiento debido a la intensificación del efecto invernadero.
El pasado 15 de enero la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai se convirtió en la mayor explosión en la Tierra de la Era Moderna, catalogada como una de las más poderosas jamás observada.
La explosión fue equivalente en potencia a más de 500 bombas atómicas como la lanzada sobre Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial, inyectando gases y material particulado a más de 50 km de altura y generando ondas atmosféricas que han dado la vuelta al mundo cuatro veces en una dirección y tres veces en la otra.
Ahora, un nuevo estudio pone el foco en los miles de millones de litros de vapor de agua inyectados a la atmosfera a través de esta erupción, y las implicancias que podría acarrear en el clima mundial.
Vapor de agua lanzado a atmósfera equivalente a 58 mil piscinas olímpicas
Según lo indicado por National Geographic, el estudio titulado “The Hunga Tonga-Hunga Ha'apai Hydration of the Stratosphere” concluye que los efectos de la histórica y reciente erupción volcánica podrían alterar el clima del planeta al punto de calentarla al menos durante los próximos 5 años, afectando también la capa de ozono.
En la historia reciente nunca se había registrado un evento de tal magnitud que pudiera inyectar en la atmósfera enormes cantidades de vapor de agua, un gas primordial en el concepto de efecto invernadero que hace posible la vida sobre la Tierra.
La tecnología espacial ha sido clave para desentrañar el misterio del vapor de agua en la atmósfera: gracias al Microwave Limb Sounder (MLS, por sus siglas en inglés), un dispositivo a bordo del satélite Aura de la NASA que mide una variedad de compuestos de la atmósfera terrestre a más de 100 kilómetros de altura, los autores del estudio pudieron analizar la cantidad de agua y dióxido de azufre que la erupción expulsó a la atmósfera.
Luis Millán, científico atmosférico del Jet Propulsión Laboratory de la NASA y coautor de la investigación, buscó estos dos compuestos en concreto por su capacidad de afectar al clima.
Las estimaciones del estudio indican que 146.000 millones de litros de agua llegaron hasta la estratosfera, lo que viene a ser el equivalente a 58.000 piscinas olímpicas o, lo que es lo mismo, el 10% del agua que ya había en la estratosfera.
El vapor de agua podría calentar la atmósfera de la Tierra
Es bien conocido y documentado el efecto refrigerante sobre el clima global de las grandes erupciones volcánicas, debido a la inyección de dióxido de azufre que favorece la reflexión de la radiación solar hacia el espacio exterior.
Mientras la cantidad de dióxido de azufre inyectada a la atmósfera es de una magnitud similar a erupciones pasadas, y se estima se disipe en pocos años, la cantidad de vapor de agua adicionada no tiene precedentes y podría permanecer durante al menos 5 años potenciando el efecto invernadero a través de la absorción de la energía proveniente del Sol.
La erupción del Hunga Tonga-Hunga Ha'apai representa un experimento natural clave sobre cómo responde la atmósfera a un cambio de estado repentino impulsado por una fuente puntual. Esto será con el correr de los años de enorme valor para mejorar los modelos meteorológicos y climáticos.