Las estaciones de esquí ven con preocupación el futuro mientras la nieve disminuye por la crisis climática
La caída en la cantidad promedio de nieve se evidencia en las últimas decadas. Es así que los centros de esquí ven con preocupación su futuro. Un número importante de centros invernales se verían comprometidos si las temperaturas sigue elevándose.
Una serie de nevadas tempranas trajeron esperanza a los principales centros de esquí en los Alpes europeos. Pero fue solo eso, porque luego el patrón volvió a ser similar al de años anteriores con lluvias, aguanieve y cotas de nieve muy altas. Este panorama no escapa a las estimaciones climáticas que se manejan desde hace tiempo, con un impacto directo en la actividad invernal con su consecuente golpe a las economías de esas regiones.
Lo cierto es que, tal como señala The Guardian, las estaciones de esquí de Morzine y Les Gets, en los Alpes franceses, las fuertes precipitaciones hicieron que la apertura total de las estaciones se retrasara hasta dos días antes de Navidad. Muchos turistas vieron frustradas sus esperanzas para disfrutar de la nieve como ocurría históricamente para estas fechas.
Pero el sector del esquí sabe que existe una espada de Damocles sobre la actividad que en los Alpes esta valorada en 30.000 millones de dólares y es una de las de más renombre en el mundo. Esta realidad, donde en las últimas décadas han sido más los inviernos con problemas en la cantidad de nieve que los normales, es un espejo del que también deberían mirarse los centros de esquí de Argentina y Chile, ya que existen indicios de que el cambio climático está afectando a estas condiciones.
Se agravan los problemas por nieve, agua y energía
Los resultados de una reciente investigación publicados en Nature Climate Change señalan que el cambio climático agrava los problemas de nieve, agua y energía para el turismo de esquí europeo. Para llegar a esa conclusión se analizaron series de datos históricas y escenarios climáticos posibles, que de hecho se ven más firmes en los últimos años. Los empresarios del sector ya hace años que han comprendido al problema que se enfrentan.
Las conclusiones de la investigación, comandada por Hugues François de la Universidad Alpes de Grenoble, indican que sin innivación, se prevé que el 53 % y el 98 % de las 2.234 estaciones de esquí estudiadas en 28 países europeos corren un riesgo muy alto de suministro de nieve con un calentamiento global de 2 °C y 4 °C, respectivamente. Por el contrario, suponer una cobertura fraccionada de innivación del 50% conduce a proporciones correspondientes del 27 % y el 71 %, pero con un aumento de la demanda de agua y electricidad, y la huella de carbono relacionada de la innivación.
El hecho de generar nieve artificial, proceso conocido como innivación aporta una solución parcial, pero a expensas de un alto consumo de energía y agua. Aunque representa una fracción modesta de la huella de carbono global del turismo de esquí, la innivación es una parte inherente de la industria del turismo de esquí y personifica algunos de los retos clave en el nexo entre la adaptación al cambio climático, la mitigación y el desarrollo sostenible en las montañas, con su alta vulnerabilidad socioecológica.
Temporadas más cortas
En Meteored Argentina en su momento habíamos dado cuenta de otra investigación por la que se había logrado demostrar que la disminución de nieve en los Alpes no tiene precedente en 6 siglos. Ese hallazgo surgió luego de analizar observaciones y el análisis de anillos de arbustos en altura. Se pudo determinar también que la cubierta de nieve se ha retraído un 5,6 % por década. En conclusión la cubierta de nieve ahora es 36 días más corta que hace 600 años.
De acuerdo a la información provista por The Guardian, algunos responden aferrándose a la idea de que el esquí sobrevivirá y podrá sobrevivir si las temperaturas globales se mantienen dentro de los límites fijados por el acuerdo de París, y si la industria se adapta. Pero el descontento por la falta de acción de la Federación Internacional de Esquí (FIS) para garantizar la supervivencia de este deporte ha salido a la luz este año que termina.
Ese punto tiene ribetes especiales, porque la FIS estuvo en el centro de una polémica climática en 2019 cuando Gian Franco Kasper, su presidente en ese momento, se reveló como negacionista del clima en una entrevista, argumentando que prefería mezclarse con dictadores que tener que tratar con ecologistas. Posteriormente se marchó y fue sustituido por Johan Eliasch. Pero las cosas no parecen habar cambiado mucho. Este año, 500 atletas profesionales de deportes de invierno publicaron una carta en la que pedían una mayor acción climática por parte de la FIS.