Llega el aire polar, ¿llega la ola de frío?
Ambos conceptos están relacionados y frecuentemente son utilizados como sinónimos. Sin embargo, no refieren estrictamente a lo mismo. Te contamos la diferencia.
La mayor irrupción de aire frío del año hasta el momento avanza por Sudamérica. No solamente afecta a la Argentina sino que también Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay han sentido o sentirán en las próximas horas sus efectos.
Las nevadas fueron copiosas en varios sectores de la Patagonia argentina desde el sábado pasado, observándose bellas postales pero también generando complicaciones con diversos cortes de rutas y caminos. Más recientemente, la nieve también alcanzó a varios sectores de la provincia de Mendoza, San Luis (Incluso nevó en la Capital provincial) y hasta en algunas localidades del oeste de La Pampa.
En la medida en que las bajas temperaturas y las heladas comienzan a acentuarse sobre el sur del país, el aire polar comenzará a afectar desde este martes al centro y norte de Argentina. En tal sentido, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un informe especial previendo hasta el próximo domingo 17 temperaturas mínimas entre -3°C y 6°C, y temperaturas máximas entre 8°C y 13°C.
Conceptos parecidos pero no iguales
Por estas horas el frío en noticia en Argentina y el uso de conceptos como aire polar y ola de frío se vuelven frecuentes no solo en los medios de comunicación sino en la sociedad en general. Sin embargo, es importante destacar que no son estrictamente sinónimos. El ingreso de aire polar al país no implica que tengamos una ola de frío. Veamos.
El aire es polar porque efectivamente tiene características polares al haberse formado en esas latitudes y haber logrado desplazarse hasta latitudes más bajas sin haber sufrido grandes modificaciones en cuanto a su temperatura promedio.
Si hablamos de ola de frío, hay que decir que es un concepto más técnico con respecto al de aire polar y está totalmente ligado a la climatología de un determinado lugar. Decimos que una ciudad o un pueblo tendrá una ola de frío si se espera que al menos durante 3 días consecutivos presente temperaturas mínimas y máximas por debajo de ciertos umbrales.
Esos umbrales, llamados percentiles en el mundo de la estadística, son propios de cada ciudad y son valores de corte en el sentido que separan eventos más o menos habituales de los realmente significativos.
Por ejemplo, los umbrales para la ciudad de Buenos Aires son 3.8°C para la temperatura mínima y 12.6°C para la temperatura máxima. Es decir que si en estos próximos días llegáramos a tener al menos 3 días consecutivos en la capital nacional con mínimas por debajo de los 3.8°C y máximas por debajo de los 12.6°C, efectivamente diremos que se registró una ola de frío en la ciudad de Buenos Aires. Sería la primera luego de 5 años en los que tuvimos inviernos sin olas de frío en la ciudad.
De esta forma, es posible analizar estadísticamente el comportamiento de las olas de frío sobre una ciudad en una temporada o a lo largo de los años. El contexto actual muestra que las olas de frío son cada vez menos frecuentes en nuestro país. Fenómenos de escala local como las islas de calor o problemáticas de escala mundial como el cambio climático atentan contra ellas.