Lluvia de estrellas: temporada de Gemínidas
Más precisamente deberíamos llamarla “lluvia de meteoros”, y esta es la más espectacular de todo el año para nosotros como observadores. Enterate dónde, cuándo, y por qué la naturaleza nos permite ver este espectáculo fascinante.
Comencemos aclarando algo importante, lo que popularmente se conoce como “lluvia de estrellas” o “estrellas fugaces”, en realidad debería llamarse "lluvia de meteoros". Lo que vemos en movimiento en el cielo son pequeñísimas partículas del cosmos que, al impactar contra nuestra atmósfera terrestre se incineran generando esos destellos de luz que nos maravillan. Las verdaderas estrellas, en cambio, son gigantes esferas luminosas de plasma que se encuentran a años luz de distancia. Claramente son dos elementos del universo muy diferentes, pero para un observador parado en la Tierra tienen un tamaño aparente similar. En el lenguaje coloquial está aceptado llamar a este fenómeno: lluvia de estrellas.
Existen meteoros de diversos tamaños, los más grandes al ingresar en la atmósfera pueden producir una importante bola de fuego luminosa, pero cuando hablamos de lluvia de meteoros o de “estrellas”, se trata una gran cantidad de partículas pequeñas, del tamaño aproximado de granos de sal o de arena. Esto no representa riesgo alguno para nuestro planeta, sólo nos permite disfrutar de un gran show nocturno, al contemplar el cielo en determinados momentos.
Estos fenómenos son periódicos porque, la Tierra en su movimiento de traslación alrededor del Sol va interceptando distintas porciones del sistema solar, cruza órbitas de cuerpos celestes como asteroides y cometas que han dejado residuos a su paso, nuestro planeta va atravesando esas distintas corrientes de desechos cósmicos durante el año.
En el año existen varias lluvias de meteoros totalmente predecibles, cada una es originada por un asteroide o cometa, y recibe un nombre particular otorgado según su radiante (que es el lugar desde donde parecen converger). Cada lluvia de estrellas poseen una velocidad distintiva, y una frecuencia de observación que se lo conoce como Tasa Horaria Zenital (THZ), es la cantidad de meteoros aproximados por hora. Cuanto mayor sea el THZ, mayor será la probabilidad de poder ver una “estrella fugaz”.
Hablemos de las Gemínidas
Considerada como la reina de la lluvia de estrellas por su THZ elevado (entre 120 y 160 meteoros por hora); además su velocidad es moderada de 35 km/s, lo cual le permite al ojo humano captar la traza de luz mucho mejor. Reciben este nombre porque su radiante está en la constelación de Géminis. El asteroide asociado a esta lluvia es Phaethon 3200, clasificado como un asteroide de tipo S porque está compuesto de material oscuro, fue el primero en ser descubierto usando imágenes de un satélite artificial, en el año 1983.
Estamos justamente ahora en temporada de Gemínidas desde el 4 al 16 de de diciembre, el pico de observación serán las noches del 13 y 14. Se podrá ver en los dos hemisferios aunque con menor intensidad en el hemisferio sur.
¿Cómo ver la lluvia de estrellas?
Para poder contar estrellas fugaces y por qué no pedir un deseo con cada una de ellas, no se necesita de ningún elemento óptico específico. Sin telescopios ni filtros, a simple vista pero con suficiente paciencia como para elevar los ojos al cielo por unos cuántos minutos, bastará para ver este fenómeno.
Eso sí, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones fundamentales para que la observación sea un éxito rotundo. En primer lugar es condición necesaria alejarse de todo tipo de contaminación lumínica que ejercen las grandes ciudades, esto quiere decir que cuanto más nos podamos alejar de los centro urbanos, muchas más estrellas podremos captar en la inmensa oscuridad.
Otra fuente de contaminación lumínica pero en este caso natural, es el brillo de la Luna, pero tenemos buenas noticias con respecto a esto, en las Gemínidas 2018 nuestro satélite natural no será un factor entorpecedor, por un lado porque se encuentra en su fase de cuarto creciente tan sólo un 35 % iluminada, y por el otro lado porque para las dos mejores noche de observación se oculta por el horizonte después de la medianoche, dejando varias horas nocturnas liberadas de su brillo.
La meteorología es un factor determinante
A la hora de poder observar la lluvia de estrellas, la cantidad de nubes en el cielo es importante. Lo ideal sería contar con nubosidad nula. Por ejemplo el centro-este del país en la noche de este jueves 13, espera abundante nubosidad acompañada incluso de lluvias y tormentas. Pero no todo está perdido, en la franja central del país, en provincias como Buenos Aires, La Pampa, Mendoza y San Luis podrán contar con la ayuda meteorológica necesaria, la nubosidad irá en disminución, facilitando la observación en la noche del viernes 14.
Para ver la lluvia de estrellas recordá alejarte de las ciudades, y chequear como estará el tiempo con el pronóstico disponible para todo el país, aquí.