Los 4 fascinantes lugares del planeta que el humano no puede pisar

Por cuestiones científicas o de seguridad, algunos pocos sitios del mundo están restringidos para el hombre. Te contamos los detalles de estos sitios y cuáles son los motivos.

Ilha da Queimada Grande
Está prohibido desembarcar en la "isla de las cobras". Se encuentra a 35 kilómetros de la costa de São Paulo, Brasil.

Aunque no lo creas, aún quedan sitios del planeta que aunque parezcan accesibles para el humano, su visita allí está restringida. En tiempos de hiperconectividad, donde abundan personas destinadas a dar a conocer a través de redes sociales lugares recónditos del planeta, hay determinadas zonas donde por cuestiones científicas o de seguridad está prohibido poner un pie.

Te presentamos una lista de cuatro de estos sitios prohibidos para el hombre, recientemente reseñados por BBC Mundo.

El Banco Mundial de Semillas de Svalbard

Este Banco, también llamado como "la bóveda del fin del mundo" se encuentra en una isla noruega llamada Spitsbergen. Fue creada en 2008 con el objetivo de almacenar las semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo. Se pretende conservar estas semillas, por si alguna de las especies desapareciese como consecuencia de una catástrofe natural o una guerra.

En su interior, cuenta con más de un millón de muestras de semillas, convirtiéndose en el depósito más grande del mundo. La construcción está situada a más de mil kilómetros del Polo Norte y a 130 metros por encima del nivel del mar.

Gracias a la capa de suelo bajo la superficie terrestre, el permafrost, constantemente congelada que rodea toda la bóveda, es el lugar ideal para preservar las semillas de su interior. Además, debido a la ausencia de actividad sísmica, se convierte en una zona por excelencia en seguridad. No obstante, aunque las semillas se trasladaron de la forma más segura en 2008, no existe ninguna manera de comprobar que sigan en perfecto estado. Se supone que la bóveda está tan bien protegida, que es capaz de mantener la calidad de las semillas y que estas puedan sobrevivir durante miles de años, si hiciese falta.

La cueva francesa Lascaux

En 1940 en el sur de Francia, unos adolescentes que buscaban a su perro que había caído por un agujero en la tierra, se adentraron y encontraron una cueva repleta de pinturas rupestres en las paredes, que simulaban animales (caballos o ciervos). Resultó que era uno de los mejores ejemplos de arte prehistóricos descubiertos, además de los más conservados. La cueva, bautizada como Lascaux, tiene en su interior 600 pinturas y mil grabados. Se trata de un lugar que fue habitado por los humanos prehistóricos hace 17 mil años aproximadamente. Este hallazgo ocurrió en mitad de la II Guerra Mundial.

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Años más tarde de que el combate bélico finalizase, las puertas de esta maravillosa cueva fueron abiertas al público. Sin embargo, se vieron obligadas a prohibir el paso de los turistas en 1963 debido al surgimiento de moho en las paredes de la cavidad. Esto puso en peligro la conservación del arte de nuestros antepasados, que se habían mantenido en perfecto estado gracias a las condiciones impenetrables en las que se encontraba, antes de que los adolescentes la encontrasen.

En la actualidad, esta cueva sigue estando clausurada, no obstante, se recreó una réplica en un museo cercano a la original, para que los visitantes pudiesen observar sus maravillas sin poner el arte de hace miles de años en peligro.

Ilha da Queimada Grande, Brasil

Esta isla es también conocida como la "isla de las cobras". Se encuentra a 35 kilómetros de la costa de São Paulo (Brasil), en pleno Océano Atlántico. Se trata de una isla pequeña y rocosa, no tiene playas y es un lugar muy complicado de acceder. Se descubrió en el año 1532 en una expedición dirigida por Martim Alfonso de Souza.

La isla se formó a finales de la última glaciación de la Tierra, hace 11 mil años aproximadamente. Al subir el nivel del mar, separó este trozo de tierra del continente. Una de sus características que más llama la atención es que está habitada casi al completo por serpientes, predominando la Bothrops insularis.

Esta especie puede alcanzar 70 centímetros de largo, es de un color marrón amarillento y se calcula que habrá entre 1 y 5 por cada metro cuadrado. Está considerada una de las zonas geográficas más peligrosas del planeta. En la arena hay un cartel que advierte a los barcos la prohibición de desembarcar en el lugar. Debido a la cantidad de serpientes cuyo veneno es mortal, se decidió prohibir el paso a los humanos.

Uluru, “el ombligo del mundo” en Australia

Este monolito (bloque enorme de roca homogénea) es uno de los más grandes del mundo y fue visitado durante mucho tiempo por millones de turistas, hasta que se convirtió en otro de los lugares prohibidos para el acceso humano. Se le conoce popularmente como el "ombligo del mundo". Cuando los visitantes podían acceder a él, se les permitía ascender la roca de 348 metros para contemplar las preciosas vistas que ofrece.

Uluru es una zona sagrada para los aborígenes indígenas anangu, encargados de proteger la roca. Este grupo de personas pedían a los turistas que dejasen de acudir a la roca y escalarla, así mostrarían cierto respeto a sus tradiciones. En su cultura, Uluru es la evidencia de que los seres que habitan el cielo bajaron a la Tierra cuando aún no tenía vida. Realizaron un viaje a través de todo el planeta, dejando por el camino especies y formas vivas, como este monolito.

El Parque Nacional Uluru-Kata Tjua decidió, en el año 2017, que ninguna persona más pisaría Uluru. El último día que estuvo abierto, se pudieron observar inmensas colas de visitantes. En la actualidad, se puede visitar el Parque Nacional y contemplar la formación, pero nadie podrá volver a escalar Uluru nunca más.