Los científicos del MIT tienen un nuevo aliado para reducir los costes de construcción: el barro viejo
Innovaciones y métodos ancestrales se unen para ofrecer alternativas sostenibles. Según los investigadores se podría ahorrar en materiales costosos, disminuir la cantidad de residuos generados y reducir el impacto ambiental de la construcción.
El constante aumento en los costos de los materiales de construcción durante los últimos años llevó a la industria a buscar alternativas más accesibles y sostenibles. Ante esta realidad, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrolló un método que permite reducir significativamente esos costos utilizando un material antiguo y eficaz: el barro.
Esta nueva técnica propone emplear el barro del propio sitio de construcción para reemplazar los encofrados de madera o metal que se utilizan en la formación de estructuras de hormigón. Además del ahorro económico, la propuesta del MIT representa un avance en términos de sostenibilidad, ya que minimiza el desperdicio de materiales y reduce el impacto ambiental de la construcción.
En qué consiste el avance y por qué reduce costos
Los encofrados convencionales son estructuras temporales diseñadas para dar forma al hormigón hasta que se endurece. Generalmente son fabricados con madera o metal y representan una parte significativa del costo total de una obra.
Los encofrados del MIT se crean mediante una impresora 3D que moldea el barro en estructuras precisas y personalizadas que sirven como matriz para el hormigón. Una vez que el concreto se endurece, el encofrado de barro se retira y puede reutilizarse en futuras construcciones o simplemente devolverse al suelo sin generar residuos.
Este proceso presenta una reducción significativa en costos de materiales, ya que se eliminan en gran parte los gastos asociados con la compra y el transporte de encofrados tradicionales. Además, al utilizar impresión 3D, la fabricación de los moldes es más rápida y precisa, optimizando los tiempos de construcción.
Ventajas del uso del barro en la construcción
Más allá del ahorro en costos, la técnica desarrollada por el MIT ofrece múltiples beneficios:
- Se reduce la necesidad de mano de obra especializada.
- Al reemplazar materiales industrializados por barro, la huella de carbono de la construcción se reduce significativamente.
- Esta técnica es adaptable a diferentes tipos de suelo, donde el barro puede convertirse en una solución viable y accesible.
Innovaciones con barro más allá del MIT
El uso del barro en la construcción no es nuevo. Civilizaciones antiguas ya utilizaban este material por su resistencia y capacidad de aislamiento térmico.
Sin embargo, la combinación del barro con tecnologías modernas, como la impresión 3D, está revolucionando su aplicación en la arquitectura contemporánea. En distintas partes del mundo, arquitectos e ingenieros están explorando cómo integrar el barro en construcciones sostenibles.
En Mendoza, Argentina, por ejemplo, un grupo de especialistas desarrolló un sistema basado en la quincha, una técnica ancestral que utiliza barro y madera para construir viviendas resistentes y económicas. Este método, aunque diferente al propuesto por el MIT, comparte la misma filosofía: aprovechar materiales naturales para reducir costos y minimizar el impacto ambiental.
El equilibrio entre innovación y sostenibilidad
El descubrimiento del MIT abre nuevas posibilidades para la industria de la construcción. Con la implementación de técnicas avanzadas como la impresión 3D y la optimización del uso del barro, es posible imaginar un futuro donde los costos de edificación sean significativamente menores y el impacto ambiental se reduzca al mínimo.
Las ventajas de este método no solo benefician a grandes desarrollos urbanos, sino que también pueden aplicarse a la construcción de viviendas sociales, infraestructuras en comunidades rurales y proyectos de arquitectura sostenible en todo el mundo. A medida que esta tecnología avance y se perfeccione, es probable que más países adopten soluciones similares, transformando la manera en que se concibe la construcción en el siglo XXI.