Los ganadores del Premio Nobel en física y química 2020
Se entregaron los Premios Nobel 2020, te contamos quiénes fueron los afortunados ganadores y cuáles fueron sus estudios y descubrimientos, que los destacaron como merecedores de semejante galardón.
La Real Academia de las Ciencias de Suecia otorga cada año el Premio Nobel, un galardón de altísimo prestigio y sin dudas los más populares a nivel mundial. Descubrí a los científicos que este año fueron laureados con este gran reconocimiento, y sobre todo cuáles han sido sus aportes para la ciencia y la humanidad. Repasaremos el Nobel de física y química.
Premio Nobel de Física
Tres laureados comparten el Premio Nobel de Física este año, por sus descubrimientos sobre uno de los fenómenos más particulares del universo: los agujeros negros. La mitad del premio le corresponde al Dr. Roger Penrose "por el descubrimiento de que la formación de agujeros negros es una predicción robusta de la teoría general de la relatividad”, y la otra mitad conjuntamente a los Dres. Reinhard Genzel y Andrea Ghez "por el descubrimiento de un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia", declara la Organización del Premio Nobel.
El Dr. Penrose es un matemático británico de 89 años y profesor emérito en la Universidad de Oxford, dónde se desarrolla como miembro del grupo de investigación de Física y Matemática. El descubrimiento que lo consagró como uno de los ganadores del Nobel 2020, consiste en que “la teoría de la relatividad general de Albert Einstein conduce irremediablemente a la formación de agujeros negros”. En 1965 publicó un artículo en el que demostró (a través de ingeniosos métodos matemáticos), el famoso teorema de la singularidad e introdujo el concepto de “superficie atrapada”, una noción que ha llegado a ser clave en la relatividad general y en la cosmología.
Este matemático demostró que los agujeros negros realmente existen, y que son una consecuencia inevitable de la teoría de la relatividad general. El mismo Einstein no creía que los agujeros negros existieran realmente, esa región del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa tan elevada como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, pueda escapar de allí. Hoy en día esto es considerado el aporte más importante a la teoría general de la relatividad desde Einstein.
La otra mitad del premio corresponde al trabajo del Dr. Reinhard Genzel, astrónomo alemán Director del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, y profesor de la Universidad de California, y a la Dra. Andrea Ghez, astrónoma estadounidense, profesora de la Universidad de California. Cada uno lidera un grupo de astrónomos que desde la década de 1990 han enfocado sus investigaciones en el centro de nuestra galaxia.
Las mediciones que realizaron estos dos grupos de trabajo, coinciden en que existe un objeto invisible y extremadamente pesado (cuatro millones de masas solares), que gobierna las órbitas de las estrellas en el centro de la Vía Láctea, haciendo que se apresuren a velocidades vertiginosas. Se agrupan en una región no mayor que nuestro sistema solar. y la única explicación actualmente conocida de dicho objeto es un agujero negro supermasivo.
Los Dres. Genzel y Ghez utilizando los telescopios más grandes del mundo, desarrollaron métodos para ver a través de las enormes nubes de gas y polvo interestelar hasta el centro de nuestra galaxia; siendo capaces de extendiendo los límites de la tecnología y perfeccionar nuevas técnicas para compensar las distorsiones causadas por la atmósfera de la Tierra.
Premio Nobel de Química
La Dra. Emmanuelle Charpentier microbióloga y bioquímica francesa, y la Dra. Jennifer A. Doudna, bioquímica estadounidense, ambas con un extenso y destacado curriculum, han descubierto una herramienta asombrosa para la tecnología genética: “las tijeras genéticas CRISPR/Cas9”.
Se trata del desarrollo de un método para la edición del genoma, súper selectiva y precisa, que ha sido de gran ayuda, por ejemplo, para los biólogos investigadores que pueden cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con una precisión extremadamente alta.
Esto contribuye para hacer realidad el sueño de curar enfermedades genéticas y hereditarias, nuevas terapias contra el cáncer, así también como impactos en la agricultura y en otras áreas. CRISPR incluso ya se ha utilizado para realizar pruebas de diagnóstico sencillas durante la pandemia de coronavirus. El futuro de esta técnica es realmente brillante y prometedor, porque tendrá aplicaciones incalculables.