Los nacidos en invierno viven más que los nacidos en verano
¡Punto para el team invierno! Los amantes del frío tienen un nuevo buen argumento para el debate frente a defensores de la estación cálida. Las conclusiones de esta investigación podrían repercutir a la hora de gestionar pensiones y seguros.
La grieta entre los “team invierno” y “team verano” es en los últimos años una de las que más divide las aguas en nuestro país, al menos en redes sociales. Ahora, un nuevo estudio le brinda a los fervientes defensores de la estación fría un fundamento contundente para el debate, y es que ¡los que nacen en invierno viven más que aquellos que nacen en verano!
El estudio español, realizado por los profesores e investigadores Jose M. Pavía y Josep Lledó del Departamento de Economía Aplicada (área de métodos Cuantitativos para Economía y la Empresa) de la Universitat de València, concluye que esto tendrá repercusiones a la hora de gestionar los sistemas de pensiones y en las compañías aseguradoras.
El peso de cada trimestre
Los investigadores llegan a la conclusión de que una persona nacida en verano tiene aproximadamente tres meses menos de esperanza de vida que una persona nacida en invierno, tras analizar más de 180 millones de eventos demográficos y estudiar las probabilidades de fallecimiento y supervivencia para cada edad y trimestre teniendo en cuenta el trimestre del año de nacimiento de cada persona.
Este hecho se debe a que las personas que cumplen años en invierno tienen en común que sus tres trimestres anteriores son menos duros que aquellas personas que cumplen años en el resto de los trimestres. Este efecto es similar tanto en hombres como en mujeres.
El día de cumpleaños también influye
Otras de las conclusiones que se desprenden tienen relación con la edad del individuo, pues por regla general, para una edad en concreto, a mayor proximidad de la siguiente fecha de cumpleaños, mayor es la incidencia de la mortalidad.
Este hecho tiene excepciones como, por ejemplo, en las edades adolescentes y especialmente para los recién nacidos. En este último colectivo, las mejoras en medicina han reducido considerablemente la mortalidad infantil (durante el primer año de vida).
En invierno hay más mortalidad
El invierno es, para gran parte de las edades, la estación donde mayor mortalidad se observa, ligado especialmente a las condiciones climatológicas. A mayor edad, mayor es la incidencia del invierno en la mortalidad. Este hecho afecta tanto a hombres como mujeres.
Las únicas diferencias observables entre sexos son para los hombres entre 20 y 30 años donde la intensidad de la mortalidad es superior en verano, ligado principalmente a mayores comportamientos de riesgo de los varones jóvenes durante las vacaciones.
Aplicaciones prácticas del estudio
Según apuntan en el trabajo, "la metodología desarrollada en la investigación permite construir, sin necesidad de cálculos complejos y costosos, indicadores de mortalidad (y en particular tablas de mortalidad) con periodicidad inferior al anual".
Pavía y Lledó explican que "abordar esta cuestión ofrece nuevas oportunidades para mejorar la gestión de las pensiones, la planificación pública y los planes de seguros, con posibles repercusiones en los sistemas públicos de pensiones y en la competitividad y los balances de las compañías de seguros, donde los cálculos, hasta el momento, se realizan con periodicidad anual".