Luz solar y aire, bases de un revolucionario combustible para aviones
La revolucionaria fabricación de un combustible neutro en carbono para aviones a partir de luz solar y aire, pronto podría ser una realidad. La mayor contra radica en las costosas inversiones iniciales necesarias.
La aviación y el transporte marítimo contribuyen actualmente con aproximadamente el 8 % del total de las emisiones antropogénicas de CO2, y se prevé que con el crecimiento del turismo y el comercio mundial aumente aún más esta contribución.
Es por ello que el mundo actual urge la necesidad de encontrar una alternativa neutra en carbono para el transporte de personas y mercancías. Este es sin dudas uno de los mayores retos energéticos en los próximos años, y quizás algunas líneas de investigación empiecen muy pronto a dar el puntapié inicial para un cambio de paradigma.
Una de estas líneas de trabajo e investigación proviene del Laboratorio de Máquinas de la Escuela Politécnica de Zúrich (ETHZ), donde un equipo de investigadores dirigido por Aldo Steinfeld, profesor de fuentes de energía renovable en la misma institución, ha estado operando una mini refinería solar.
Esta planta demuestra con éxito la viabilidad técnica de todo el proceso termoquímico para convertir la luz solar y el aire ambiental en combustibles directos, indica Steinfeld. Los detalles del trabajo que realizan se encuentran en un artículo publicado recientemente en la revista Nature bajo el nombre Drop-in Fuels from Sunlight and Air.
El objetivo de ir hacia la escala industrial
En declaraciones a National Geographic España, Steinfeld explica que "El CO2 y el agua se extraen directamente del aire ambiente y se separan en sus partes mediante energía solar para en el proceso producir gas de síntesis (una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono) que luego se convertirá en queroseno, metanol u otros hidrocarburos".
"La tecnología ahora está lo suficientemente madura para su uso en aplicaciones industriales, por lo que nuestro próximo objetivo será llevar esta tecnología a escala industrial y ser competitivos en el mercado", añade.
La ventaja del uso de tierras desérticas
Otras de las grandes ventajas con las que contaría la producción de este tipo de combustibles es que las regiones desérticas con altos recursos solares son particularmente adecuadas como emplazamientos de producción. "A diferencia de los biocombustibles, cuyo potencial es limitado debido a la escasez de tierras agrícolas, esta tecnología nos permitiría satisfacer la demanda mundial de combustible para aviones utilizando menos del 1% de las tierras áridas del mundo, y además no competiría con la producción de alimentos para el ganado o los seres humanos", explica por su parte Johan Lilliestam, líder del grupo de investigación del Instituto de Estudios Avanzados para la Sostenibilidad y profesor de política energética en la Universidad de Potsdam.
Los científicos también esbozan el marco político que proporcionaría los incentivos para expandir la producción de lo que denominan "queroseno solar". Entre los principales inconvenientes con los que los investigadores creen que se encontrarían están las altas inversiones iniciales para poner las primeras plantas a gran escala en funcionamiento.
"Los instrumentos de apoyo existentes en la Unión Europea - comercio y compensación de emisiones - no son suficientes para estimular la demanda del mercado de combustibles solares", explica Lilliestam. "A este respecto nosotros proponemos la adopción de un sistema europeo de cuotas tecnológicas específicas para el combustible en aviación", continúa. "Esto requeriría que las aerolíneas adquieran una parte específica de su combustible a partir de fuentes solares”, añade.
La parte técnica parece encaminada a ser viable pronto. Ahora solo queda esperar para ver como esta nueva tecnología es respaldada por diferentes gobiernos y acogida en el sector de la aviación.