Mala para la soja y buena para el trigo: lo que nos dejó la ciclogénesis en el campo

Las fuertes lluvias trajeron complicaciones en un momento decisivo del año para el campo, pero al mismo tiempo generaron optimismo de cara a la campaña 2024/25.

soja
Tras varios días de lluvia en medio de la cosecha de soja, podría complicarse la recolección del cultivo.

Las últimas horas en la Argentina estuvieron marcadas por las lluvias, especialmente en la región centro del país, conocida en el sector agrícola como la “zona núcleo”.

Un relevamiento realizado por Meteored confirma que en algunas localidades se superaron los 200 mm., que se suman a las precipitaciones ocurridas desde que comenzó el mes de marzo, con lo cual el encharcamiento de los lotes y los excesos hídricos están a la orden del día.

Concretamente, las recientes precipitaciones representan un problema enorme para quienes deben avanzar con la cosecha gruesa. La soja bajo agua pierde mucha calidad, por eso existe una excesiva -y justificada- ansiedad para volver a ingresar a los lotes y continuar con la recolección de los cultivos. Todo esto se suma a la pérdida de mas de un 10 % de la producción de maíz a causa de la enfermedad del spiroplasma.

La ansiedad mencionada tiene sustento en el atraso que lleva la recolección de ambos cultivos ya que según el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta antes de las tormentas se habían cosechado apenas el 10,6 % del área apta con soja. De acuerdo a esa entidad se espera que se recolecten en total 17,2 millones de hectáreas. Por el lado del maíz, en tanto, ya se cosechó el 15,3% de una superficie total que se espera se ubique por encima de las 7,1 millones de hectáreas. Los retrasos justamente se deben a la falta de piso que se genera por las recurrentes lluvias.

Un evento "atípico" para la época

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicaron que estas lluvias son producto de un centro de baja presión atípico y muy estacionario sobre el centro del país, que dejó acumulados que superaron los 70 mm en gran parte del área, con picos de 140 mm.

La recolección de soja y maíz permanecerá estancada por varios días ante la aparición de excesos hídricos, sin embargo estas lluvias podrían ser muy beneficiosas para la siembra de trigo.

Sin dudas, el último episodio climático incrementó las reservas de agua de cara a la próxima campaña fina, en un contexto donde se anticipa una fase de Niña que podría traer condiciones más secas en el futuro. Según la información recabada por Meteored, estos son algunos de los reportes de milímetros acumulados:

LocalidadPrecipitación Acumulada (mm)
Monte Buey140
Guatimozin128
Godeken120
Junín120
Marcos Juarez128
Colonia Celina173
Pergamino31 / 95
Salto145
9 de julio130 / 225
Laboulaye80 / 100
Trenque Lauquen90
Rojas60 / 120
Localidades relevantes para la producción agropecuaria.

Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), detalló que las precipitaciones dejaron un promedio de 70 mm. en casi toda la zona núcleo donde “hay un centro de baja presión, atípico, que se movió hacia el oeste cuando suele tener una posición sobre el Río de la Plata en el otoño. Por eso hay lluvias importantes en el sur de Córdoba, con marcas que llegaron a los 140 mm y superaron los 200 mm hacia el este”.

Fueron muchos días de lluvias que no pararon en medio de la cosecha de soja, y eso trajo problemas.

La retirada de este Niño fuerte está dejando una gran cantidad de agua en Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos. Le está cambiando la cara a las reservas de agua para a la región pampeana en un momento clave, de cara a la siembra de granos finos.

¿De dónde venimos?

La situación actual es muy distinta a la que se registraba el año pasado para esta misma época, cuando aún se sufrían los embates de la peor sequía de historia de nuestro país. En aquel entonces, apenas se contaba con 20 o 30 centímetros de humedad superficial y luego todo era una capa seca hasta las napas. Este era el reporte de un productor hace un año:

Justamente por la falta de lluvias, la superficie sembrada con trigo fue la más baja de las últimas cinco campañas. De las primeras proyecciones que indicaban la posibilidad de sembrar 6,3 millones de hectáreas y obtener un volumen de 18 millones de toneladas, por la falta de lluvias apenas se sembraron 5,9 millones de hectáreas y se obtuvieron 15,1 millones de toneladas.

Lluvias que traen optimismo

Las abundantes lluvias que se registraron en el mes de marzo y las que ahora mismo se observan en la zona centro del país son un gran alivio para quienes les faltaban algunos milímetros para decidir sobre la implantación del trigo de la campaña 2024/25, que comenzará en mayo. Hoy en día, el escenario es favorable porque se están recargando los perfiles. Si todo sigue como hasta ahora, habrá agua disponible y el otoño no sería un problema para la siembra de trigo.

trigo
Las intensas lluvias registradas empiezan a dejar suelos húmedos que podrían ser beneficiosos pensando en el trigo 2024/25.

Antes del último evento -que estuvo marcado por una ciclogénesis- la BCR indicaba que se necesitaban entre 20 y 40 mm en el oeste de la zona núcleo, mientras que en el sudoeste se requerían entre 60 y 80 mm para alcanzar el estado óptimo de las reservas.

Si bien hubo localidades donde las lluvias no fueron tan abundantes, las reservas de agua en suelo mejoraron considerablemente, por eso el punto de partida para la siembra de trigo es alentador, mucho más que en las últimas campañas.