La peligrosa relación entre altas temperaturas y violencia humana
Un atacante disparó dos veces hasta herir de muerte al ex primer ministro de Japón Shinzo Abe. Ocurrió en un país que tiene una de las menores tasas de homicidios del mundo… pero que está atravesando una extraordinaria ola de calor. ¿qué relación podría tener las altas temperaturas con este hecho de violencia?
La relación de las condiciones meteorológicas con el comportamiento humano es algo que muchos dan por sentada desde hace siglos. En realidad, sería difícil que no exista tal injerencia, ya que prácticamente toda actividad humana está influenciada por el tiempo y el clima.
El cambio climático tiene varios efectos adversos en la salud, bien estudiados. Pero el potencial efecto en el aumento de la violencia relacionado con las altas temperaturas en el contexto de esta crisis climática, aún no ha tenido la atención que la problemática requiere.
El clima y las revoluciones
¿Alguna vez te has puesto a pensar en la relación entre los movimientos sociales y el clima? La “Primavera Árabe”, la “Primavera de Praga” y muchas otras protestas sociales ocurrieron en condiciones de “buen tiempo”... ¡todas en primavera! Incluso el “Mayo Francés”, la "Revolución Francesa" de 1776 o las protestas de “Plaza Tiananmen” en Beijing, ocurrieron en esa época del año.
Una investigación analizó más de 7000 eventos, y encontró un patrón común: la gran mayoría de las protestas sociales pacíficas ocurrieron en primavera y, a medida que estas se acercaban al verano, se volvían más violentas al aumentar las temperaturas.
En julio de 1988, temperaturas extremas asolaban los Estados Unidos con el verano más caluroso registrado hasta el momento. Además de subir el consumo de electricidad, también subieron los delitos violentos.
1988 no fue sólo un año de calor récord, sino que también hubo récords de violencia, asaltos y asesinatos.
Territorios más cálidos, mayores tasas de criminalidad
Analizando áreas con diferentes climas, se halló que cuanto más cerca se vive del ecuador, hay más violencia. Por cada 100.000 personas hay 26 asesinatos en Centroamérica, 18 en África central y 5 en Europa y Norteamérica. Inclusive dentro de los países se puede encontrar una relación parecida: en México los carteles de las drogas son más activos y violentos en las zonas más calurosas. En Italia sucede algo similar: los delitos relacionados con la mafia, son mucho más frecuentes en el sur que en el norte.
En Grecia, un estudio encontró que de un total de 137 homicidios investigados entre 1995 y 2004, cerca del 50% ocurrieron con una temperatura máxima superior a los 30 °C.
En Los Ángeles, entre 2010 y 2017 la delincuencia general aumentó en promedio un 2,2 % y los delitos violentos un 5,7 % en los días con temperaturas máximas diarias superiores a 29,4 °C. Los homicidios en Chicago aumentaron del invierno a casi al doble en el verano, según indican 17 años de estadísticas.
Investigadores del Reino Unido, indican que se registró un 14% más de crímenes violentos a 20 ºC que a 10 ºC entre 2010 y 2018.
¿Por qué nos volvemos más agresivos cuando suben las temperaturas?
La temperatura corporal se mantiene dentro de un rango normal regulada por nuestro sistema nervioso central. Sin embargo, al aumentar la temperatura ambiente, la temperatura de nuestro cuerpo también aumenta y esto va acompañado por un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, sudoración de la piel y respiración agitada.
Muchas veces no somos conscientes de este estado natural de excitación por la temperatura ambiente, y lo podemos atribuir erróneamente al comportamiento de terceros (un percance en el tránsito, por ejemplo). Esto es llamado “transferencia de excitación”, y es lo que nos vuelve más irascibles y violentos.
¿Habrá influido la ola de calor en la decisión del asesino?
No lo sabemos con certeza. Pero sí sabemos que las altas temperaturas están relacionadas con comportamientos más agresivos y mayores tasas de criminalidad.
Considerando que en este contexto de cambio climático se espera un aumento de temperatura cercano a los 2 ºC para 2050, estas investigaciones destacan la importancia de mejorar la gobernanza urbana en ocasión de situaciones de estrés por altas temperaturas, y se deberá poner especial énfasis en la perspectiva de género, ya que la crisis climática agravará la desigualdad de género y aumentará la violencia contra las mujeres.