Meteorólogo recupera su billetera perdida en los ´60 en la Antártida
Durante la destrucción de una base en 2014 se toparon con este objeto, el cual tras un largo proceso fue devuelto a su dueño. A sus 91 años, Paul Grisham recordó gratos recuerdos en el continente blanco.
Un gran golpe de suerte vivió Paul Grisham, un hombre de San Diego de 91 años, quién luego de 53 años recuperó su billetera junto con los recuerdos de su asignación durante 13 meses como meteorólogo de la Armada en la Antártida.
Grisham, quien se crió en Douglas, Arizona, se alistó en la Marina en 1948. Se convirtió en técnico meteorológico y luego en meteorólogo. Fue asignado a la Antártida como parte de la "Operación Deep Freeze", que apoyaba a científicos civiles, y fue enviado al continente blanco en octubre de 1967. En ese momento, tenía 30 años, estaba casado y tenía dos niños pequeños.
El meteorólogo viajó a la Antártida y permaneció allí hasta noviembre de 1968. En esta travesía se instaló en la remota isla de Ross, donde se ubicaba una base científica. Más de medio siglo después, durante la destrucción de esta base en 2014, se encontraron con la billetera la cual estaba escondida atrás de un ropero.
Dentro de la billetera se encontraba la tarjeta de identidad de la Marina, su permiso de conducir, y consignas en caso de un ataque biológico o químico. Además, la billetera hallada en la Antártida tenía un ticket de racionamiento para conseguir cerveza.
El largo proceso para ubicar al dueño
Encontrar a su dueño no fue una tarea sencilla e implicó correos electrónicos, mensajes de Facebook y cartas intercambiadas entre un grupo de detectives aficionados.
En el proceso participaron Stephen Decato y su hija Sarah Lindbergh, y Bruce McKee de la fundación sin fines de lucro Indiana Spirit of '45, quienes habían trabajado anteriormente para devolver un brazalete de identificación del servicio de la Marina a su propietario. Decato vio el brazalete en una tienda y lo compró. Su hija luego localizó la organización de tributo a los veteranos de McKee y su aviso condujo al propietario original.
Un objeto cargado de historia
Grisham, en diálogo con el diario local The San Diego Union-Tribune aseguró, que no recordaba haber extraviado esa billetera. A pesar de que la memoria le jugó una mala pasada, se topó nuevamente con un objeto de su pasado y cargado de historia de la Marina de su país.
Grisham se retiró de la Marina en 1977 y vivió en Monterey, California, donde Wilma murió en 2000. Se volvió a casar con Carole Salazar de San Diego, en 2003.