Una misión China soltó peces en el espacio y esto fue lo que ocurrió

Cuatro peces cebra lanzados a la Estación Espacial de China durante la misión Shenzhou-18 a fines del mes de abril están prosperando, según un vídeo obtenido por China Media Group. Sin embargo, los peces parecen estar experimentando algunos desafíos con la orientación espacial.

Los taikonautas que residen en la estación confirmaron haber observado a los peces con algunos comportamientos extraños. De vez en cuando nadando boca abajo, haciendo movimientos circulares o incluso girando en sus habitáculos durante las últimas tres semanas.

Los peces se encuentran en la estación espacial Tiangong -que pertenece a China- y son parte de un experimento que prueba el desarrollo de los vertebrados en ambientes de microgravedad. En este caso, los peces viven y nadan dentro de un pequeño hábitat a bordo de la estación.

Si bien los peces cebra sobrevivieron el primer mes a bordo de la estación, en algunas ocasiones mostraron signos de desorientación. La tripulación, integrada por Tiangong, Ye Guangfu, Li Cong y Li Guangsu, informó acerca de casos de natación al revés, hacia atrás y en movimientos circulares, lo que sugiere que la microgravedad está teniendo un efecto en su conciencia espacial.

El objetivo real de la misión Shenzhou-18

La finalidad del proyecto es crear un ecosistema autosostenible. Por eso se estudian los efectos tanto de la microgravedad como de la radiación en el desarrollo y el crecimiento de estas especies.

El pez cebra tiene varias ventajas y por eso se lo eligió: tiene un ciclo reproductivo y de desarrollo muy corto, y los huevos transparentes permiten a los científicos estudiar su crecimiento de manera rápida y efectiva. Por otra parte, en su composición genética comparte similitudes con los humanos, lo que potencialmente ofrece ideas que son relevantes para la salud humana.

Es importante recordar que esta no es la primera vez que los peces están en el espacio. En 2012, un proyecto de investigación japonés trajo medaka y pez cebra a la Estación Espacial Internacional para estudiarlos en un hábitat acuático similar.

Según los reportes oficiales de la misión japonesa, los resultados de esos estudios revelaron una disminución de la densidad ósea en los peces en solo diez días. Los astronautas humanos experimentan efectos similares en órbita, aunque no en escalas de tiempo tan rápidas, y se pueden mitigar un poco a través de rigurosas rutinas de ejercicio.

En aquel entonces, el científico ruso Vladímir Sychov, quien participó de la misión con los japoneses y se desempeña como subdirector del Instituto Médico Biológico de la Academia de Ciencias del Rusia, dijo en un entrevista con la agencia RIA Nóvosti que “en condiciones de ingravidez los peces padecen los mismos problemas que los animales terrestres”. Agregó que anteriormente los científicos consideraban que la ingravidez no afectaría a los peces, que en el agua se encuentran prácticamente en las mismas condiciones, sin embargo, se descubrió que sufrieron una cantidad de cambios en sus órganos, músculos y huesos que lleva a pensar que la ingravidez es un asunto más serio de lo que parece.

¿China busca conquistar el planeta rojo?

Además de los peces, la misión asiática envió la planta acuática hornleaf, con la finalidad de observar ya no sólo el comportamiento de los peces sino también el de un ecosistema acuático en el espacio. Las plantas son necesarias porque permiten la fotosíntesis, proceso por el cual las proporcionan el oxígeno necesario para la supervivencia de los peces en el ambiente cerrado.

Es probable que el objetivo final de China sea mejorar las condiciones en las que se realizan las misiones espaciales de largo plazo, como las necesarias para llegar a Marte. Comprender las implicaciones biológicas de los viajes espaciales es vital y estos peces cebra son los últimos de una larga lista de experimentos realizados en esta apremiante carrera para la conquista del espacio.